La economía aragonesa no se recuperará de la pandemia hasta 2022, según Ibercaja

La tasa anual del Índice de Precios Industriales se sitúa en el 9,9% en Aragón
photo_camera La tasa anual del Índice de Precios Industriales se sitúa en el 9,9% en Aragón

El Producto Interior Bruto (PIB) de Aragón sufrirá los efectos de la pandemia durante los próximos años y no será hasta 2022 cuando recupere los niveles que alcanzó a principios de 2020. Así lo reflejan las perspectivas del último número de la revista Economía Aragonesa de Ibercaja, que calcula una fuerte caída del 10,3% para este 2020, y repuntes del 6,3% en 2021 y del 5,9% para 2022, siendo, en todos los casos, unos datos más optimistas que la previsión para el conjunto nacional.

La entidad financiera ha expuesto estas previsiones durante la presentación del número 71 de este monográfico que, en esta ocasión, trata una edición especial sobre la repercusión de la Covid-19. Según el análisis de coyuntura, la Comunidad se ha visto menos afectada que la media española en esta crisis por su composición sectorial, donde la industria y la agricultura tienen un mayor paso que los servicios, y por el comportamiento relativo más favorable de cada sector, basado en el buen funcionamiento de la industria, exportaciones y servicios en el tercer trimestre.

Un escenario optimista basado en la experiencia durante el tercer trimestre de este año, con un crecimiento del PIB “en cuanto hemos recuperado un poco la normalidad”, ha expuesto el director financiero de Ibercaja, Antonio Martínez, quien destaca que el control de la pandemia será el factor determinante para la salida de la crisis. No en vano, en el segundo trimestre, la caída del PIB fue de las más pronunciadas de Europa, un 21,5%, pero durante el verano ya rebotó con un crecimiento del 4,9%. “Cuando este control esté, la recuperación será rápida. Asumimos un despliegue gradual de vacunas efectivas a lo largo de todo el año, de manera que, a finales de 2021, estaremos cerca de ese control efectivo”, ha vaticinado.

Igualmente, otra de las claves que invitan a pensar en esa recuperación rápida en cuanto se relajen las restricciones es la base de esta crisis, que, al contrario que la de 2009, no es estructural. “No hay ningún exceso previo que purgar, como lo era la burbuja inmobiliaria. Hemos visto indicios que confirman esta creencia, como el empleo. En 2009-2013, el PIB cayó un 9%, y el empleo un 16%. Había sectores sobredimensionados que debían volver a niveles razonable. Hasta septiembre, en esta crisis, la caída del PIB es del 8%, y la del empleo es del 3,5%, mucho menos que el PIB”, ha resumido Martínez.

Para esta salida de la crisis también van a ser fundamentales los 140.000 millones de euros en ayudas europeas que deben llegar a la economía nacional durante los próximos años. “Es una oportunidad histórica. Va a tener un impacto positivo sí o sí, honestamente creemos que más a partir del 2022, pero debe servir para mejorar el potencial de crecimiento, y eso depende de cómo se usen estos fondos”, ha aseverado el director financiero de Ibercaja.

Radiografía de la economía aragonesa y perspectivas con enfoque empresarial

Este número 71 de la revista Economía Aragonesa está dedicada en su conjunto a analizar las claves de la recuperación, con artículos de los máximos representantes de cada sector. En primer lugar, los autores coinciden en señalar que Aragón es una de las comunidades que está mostrando una mayor resistencia al impacto de la pandemia y mayor competitividad en su tejido empresarial y en su economía, debido a su menor dependencia de los sectores más castigados por la crisis (especialmente el turismo), y por el esfuerzo inversor y de internacionalización realizado por sus empresas en el pasado reciente.

En segundo lugar, los autores destacan la capacidad de adaptación y flexibilidad que han demostrado las empresas aragonesas para convivir con la incertidumbre y responder de forma ágil y eficaz a la demanda de sus clientes, dando continuidad a su actividad en estos meses pasados cumpliendo con los protocolos y recomendaciones sanitarias. “Esta crisis va a conllevar cambios estructurales que impulsen la eficacia y eficiencia operativa de las empresas, para lo que es necesario avanzar hacia una mayor digitalización, innovación y revisión de todos los procesos, así como la identificación de aquellos productos y servicios que son más valorados por los clientes o canales de venta más demandados”, han remarcado.