Opinión

Yo no he recibo la carta

Yo no he recibido la carta de mi secretario general, Pedro Sánchez, ¿me preocupa? No. Mi preocupación, como ciudadano y militante que he sido, y afiliado que soy del PSOE, es que la situación social de España y Aragón funcione.

El término “yo mando” me preocupa. “Ahora nos toca a nosotros”. No es la lotería. Una organización democrática –en este caso el PSOE– tiene que proyectar y practicar la participación interna (democracia participativa).

Felipe González –nunca me he identificado con muchos de sus postulados– después del Golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 decía: “Hay que profundizar en la democracia interna”. Fue una creencia sincera o fue una apuesta populista y de marketing.

“Ahora nos toca a nosotros”, lo dice Adriana Lastra. Claro que sí, vosotros sois los que estáis dirigiendo las riendas del PSOE. Y, también, las riendas del Gobierno de España.

Felipe González hablaba del socialismo democrático. El mismo, como mal menor, debe tener claro cuáles son los pilares fundamentales de la sociedad del bienestar.

Un escenario tan dramático como el actual requiere de políticas reparadoras y, en el ámbito socialista, de hombres y mujeres con sensibilidad social y con fuerza para explicar sinceramente el momento que vivimos y cómo debemos de hacer frente a los retos presentes y futuros.

El Gobierno de coalición debe de proyectar cohesión interna y explicar que el acuerdo se ha realizado para llevar a España a un equilibrio social, humano y con el compromiso firme de fortalecer a la sociedad civil.

Pablo Iglesias ha defraudado y Pedro Sánchez no es capaz de ser el líder sólido socialista que reclamamos algunos de los votantes y afiliados del PSOE, y, además, es el presidente del Gobierno de una España que, con el tiempo, se van enquistando temas de gran calado en la estructura del Estado, entre otros, abordar los cambios y modificaciones para actualizar la Constitución Española a los tiempos actuales.

Hacerse cargo del momento convulso del país no debería justificar la proyección mediática de una organización: Unidas Podemos que, más que desarrollar políticas de unidad, contribuye a una mayor tensión en el Gobierno y en los votantes socialistas.

“Ahora nos toca a nosotros”. Permítame usted, Adriana Lastra, les toca a ustedes, pero me podrá permitir que opine democráticamente sobre las políticas socialistas que vosotros estáis desarrollando y ejecutando. Creía que un socialista opinaba con argumentos y razones, cuando no está de acuerdo y no utilizando un argumento tan débil: “Ahora nos toca a nosotros”.

Yo no he recibido la carta. He sido militante y, en estos momentos, afiliado.