La Universidad también se une al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer

Una estudiante de la Facultad de Derecho lee el manifiesto de la Universidad de Zaragoza
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La Universidad de Zaragoza se ha sumado este miércoles al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Lo ha hecho desde primera hora de la mañana con la lectura, por parte de Raquel Lestón Pinilla, estudiante de la Facultad de Derecho, del Manifiesto de CRUE Universidades Españolas por la eliminación de la violencia contra la mujer.

En él, se ha recordado que la violencia contra las mujeres es la expresión más dramática de la desigualdad de género en el mundo y está considerada como uno de los principales temas de preocupación mundial que tanto la normativa internacional como europea y estatal han ido incorporando.

Ante tales circunstancias, las universidades deben poner énfasis en hacer visible la persistencia de las violencias y paliar su impacto. Por ello, han explicado, las aulas y campus de las universidades, como espacios de relación, son reflejo de la sociedad en la que se desarrollan, y se debe trabajar cada día para que en ellas no se reproduzcan las diferentes formas de violencia, desigualdad y discriminación, consecuencia de las relaciones asimétricas de poder entre hombres y mujeres. Teniendo en cuenta que gran parte de las agresiones no se denuncian, contribuyendo con ello a una falsa percepción sobre lo puntual o esporádico del problema, los gobiernos universitarios no deben minimizarlos. En ese sentido, visibilizar la pervivencia de dichas violencias y actuar de forma contundente contribuye a la erradicación de estas conductas.

Así, tal y como se ha recordado, es imprescindible que las universidades dispongan de recursos humanos y materiales suficientes y permanentes, resultado de una distribución equitativa y racional de los recursos del Pacto de Estado, facilitando con ello la realización de estudios e informes de impacto de los diferentes indicadores de acoso y agresiones en su ámbito de competencia.

Por último, las universidades, al ser generadoras y transmisoras de conocimiento y valores, deben asumir su responsabilidad como referentes sociales en el compromiso de hacer efectivo el principio de igualdad y la erradicación de las violencias contra las mujeres. Por ello, no dar la espalda a la realidad es el primer paso. Para las universidades, contribuir a un mundo más justo, es tanto un reto como un deber inexcusable.

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