Vacunacciones

No, el título no es una errata. La farmacéutica Pfizer anunciaba hace días que su vacuna obtuvo una eficacia del 90%. Más tarde salió Moderna informando que la suya llegaba al 94,5%. Ahora salta de nuevo Pfizer y supera la cota llegando al 95%. ¡Hagan sus apuestas señores! ¿Quién da más? Cada vez que sale una noticia hay subidón en la Bolsa. Estoy dentro de ese mayoritario porcentaje de la población que cumple las normas para prevenir la COVID-19 y prefiere vacunarse, aunque reconozco que empiezo a tener dudas. Nos tratan como si fuésemos niños de parvulario. Decía el ministro Salvador Illa que comprará más vacunas de las necesarias (como pasó con la gripe A). ¡Hala! ¡A derrochar de nuevo! Si es por dinero… Luego nos preguntaremos por qué los países nórdicos nos miran con recelo. No me extraña: la UE nos concede ayudas que superan con creces a las suyas, para que luego despilfarremos el dinero en sobreabastecimientos, o en “desviaciones” que acaban en sobres B. El mundo observa atónito la “carrera espacial” de las farmacéuticas. ¿Cuál llegará a meta primero? ¿La vencedora pasará el test antidopaje o podrá más el ansia que la gloria? Lo único cierto es que con la excusa de la COVID-19 aquí hay gente que se está forrando (que generalmente son los mismos de siempre). Yo creo que esperaré un tiempo a ponerme la vacuna, como pasaba con el sistema operativo WINDOWS: cuando salía una nueva versión, los millones de usuarios encontraban errores, y al poco tiempo llegaba la actualización corregida. ¡Qué crack es Bill Gates! Con lo que se ahorra en control de calidad tiene de sobra para sufragar todas las vacunas.

Rafa Zamora Sancho