Oímos a menudo “por donde amargan los pepinos” como parte de otra expresión soez o malsonante: “Que te den por donde amargan los pepinos”. ¿Recuerda el lector por qué “donde amargan los pepinos” se ha relacionado con esa parte de la anatomía que da comienzo allí donde la espalda se despide? Y ya puestos, ¿por qué amargan los pepinos? ¿Cómo evitarlo?
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Amarga el pepino por donde no recibe la luz del sol, es decir, por la parte que se une a la planta. Por asociación con nuestra anatomía, la parte que recibe más luz es la cabeza y la que menos, con perdón, el culo. Luego el culo de un pepino es la zona próxima al pedúnculo. De ahí que te den por donde amargan los pepinos sea una expresión más floreada y tal vez menos amarga, pero tan malsonante como la original.
Por qué amargan los pepinos:
El pepino es una cucurbitácea que contiene unas sustancias, las cucurbitacinas, causantes de su sabor amargo. Estas sustancias abundan por la parte más próxima al pedúnculo o tallo, en la piel y en la capa ligeramente verde que se encuentra inmediatamente debajo de la piel.
Cómo evitar que el pepino amargue:
• Se evita que amargue cortando el pepino en rodajas y sazonándolas con sal. La sal extrae las curcubitacinas por ósmosis. Pasados unos minutos, basta lavar las rodajas para que el agua arrastre esos compuestos, pero de paso se eliminan algunas vitaminas.
• Otro método es pelar los pepinos. En la piel se concentra buena parte de las cucurbitacinas, aunque al pelarlos vuelven a perderse vitaminas.
• Hay quien dice que si cortamos los extremos del pepino y frotamos esos extremos contra la superficie recién cortada, el amargor también se reduce.
• Finalmente, según lo que amargue el pepino podemos pelar toda o parte de la piel y preparar un refrescante, vitaminado y delicioso gazpacho.
Por qué amargan los pepinos:
El pepino es una cucurbitácea que contiene unas sustancias, las cucurbitacinas, causantes de su sabor amargo. Estas sustancias abundan por la parte más próxima al pedúnculo o tallo, en la piel y en la capa ligeramente verde que se encuentra inmediatamente debajo de la piel.
Cómo evitar que el pepino amargue:
• Se evita que amargue cortando el pepino en rodajas y sazonándolas con sal. La sal extrae las curcubitacinas por ósmosis. Pasados unos minutos, basta lavar las rodajas para que el agua arrastre esos compuestos, pero de paso se eliminan algunas vitaminas.
• Otro método es pelar los pepinos. En la piel se concentra buena parte de las cucurbitacinas, aunque al pelarlos vuelven a perderse vitaminas.
• Hay quien dice que si cortamos los extremos del pepino y frotamos esos extremos contra la superficie recién cortada, el amargor también se reduce.
• Finalmente, según lo que amargue el pepino podemos pelar toda o parte de la piel y preparar un refrescante, vitaminado y delicioso gazpacho.
