La Sociedad Deportiva Huesca se ha quedado sola esta jornada en un peligroso y cada vez menos anecdótico balance. Y es que los hombres de Míchel son el único equipo de Primera División que todavía no conoce el triunfo esta temporada, lo que le ha llevado de manera inevitable a colocarse como actual colista de la máxima categoría.
Hasta esta fecha era el Real Valladolid el equipo que acompañaba a los oscenses en este poco prestigioso guarismo, pero los pucelanos cosechaban su primera victoria del curso este pasado fin de semana frente al Athletic Club en Zorrilla, venciendo por 2-1 gracias a los tantos de Fabián Orellana y Marcos.
Eso sí, no todo está perdido. Porque lo que sí que ha logrado el cuadro altoaragonés es no ser fácilmente batible. Es decir, que aunque no gane al menos es difícil vencerle. En este caso, es con diferencia el club con más empates en este arranque liguero, con seis cosechados en las nueve primeras jornadas.
Con estos ingredientes, preocupantes y a los que conviene poner solución, aunque no todavía definitivos ni mucho menos, la S.D. Huesca está situada en última posición pero a un punto únicamente de la permanencia. Siempre pendiente del partido aplazado que tiene el Celta de Vigo, que podría estirar la diferencia con la salvación a tres.
El Huesca recibe elogios por su juego y valentía, pero todo lo que genera en el centro del campo acaba perdiéndose en ambas áreas. Son junto al propio Celta el equipo más goleado de la categoría, con 15 dianas en nueve encuentros. Y tampoco está contando con acierto anotador, ya que sólo Eibar y los vigueses han gritado menos goles: seis cada uno, por los siete que se han apuntado los oscenses.
