El número de usuarios de los centros residenciales de Aragón que han perdido la vida a causa del coronavirus durante los meses de pandemia ya supera el millar. Según datos facilitados por el Gobierno de Aragón, un total de 1.020 mayores han fallecido en estas circunstancias en la Comunidad, mientras que el número de brotes activos actualmente se cifra en 68.
La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, ha reconocido que la preocupación del Departamento es “muy grande”. “Para mí no ha habido olas, sino un mar continuo que empezó en marzo”, ha manifestado Broto, que no ha podido adelantar si habrá nuevas restricciones en el futuro ya que “las medidas ya son fuertes y actuamos siempre en función de las circunstancias”.
“Desde Salud Pública nos recomiendan un equilibrio entre la preservación de la salud y que los mayores puedan moverse mínimamente”, ha explicado la consejera, admitiendo que “cuando hay transmisión comunitaria en una localidad, es muy fácil que haya trabajadores contagiados, con síntomas o sin ellos, que pueden transmitir la enfermedad”. Además, según ha avanzado, en estos momentos “parece que la mortalidad en residencias es más leve”, aunque ha destacado que lo dice “con toda la cautela del mundo”.
En este sentido, Broto ha llamado a poner “la máxima atención” en la protección. “Ahora no podemos decir que no tenemos mecanismos de protección”, ha dicho, aunque ha admitido que el riesgo cero “no existe” por muchas precauciones que se tomen.
