Los hosteleros toman las calles de Zaragoza “con los bares vacíos y abocados a la ruina”

Los hosteleros protestan por las medidas del Gobierno
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Los hosteleros zaragozanos han tomado las calles en la mañana de este domingo. Después de las nuevas medidas gubernamentales muchos se ven abocados a la quiebra. Los locales deberán estar vacíos, y las terrazas apenas al 50%. Sin embargo, los bares y restaurantes que no cuentan con espacio exterior, no van a poder trabajar. “Estamos asfixiados y con los locales vacíos. La ruina está asegurada”, comentaba Jesús, propietario de un pequeño bar en el Actur.

Según coincidían algunos de los participantes, uno de los principales retos es llamar la atención de los gobiernos e instituciones para que se unan a la hora de hacer algo por la hostelería. Si no les permiten trabajar, al menos tener algo que lo sustituya. Eso sí, la solución primera y fundamental sería permitirles abrir con normalidad.

“Recomendamos el consumo y el salir. La economía no se puede paralizar”, mantenía Arturo. Su local, ubicado en la zona universitaria, cuenta con la ventaja de tener terraza, pero es una de las zonas más vigiladas por la policía. Sin ir más lejos, el pasado viernes, dos furgones paraban delante de la terraza de unos bares de la plaza San Francisco para multar si incumplían las medidas. Actualmente, sobreviven “los que tienen pulmón”, pero algunos “hasta tienen que tirar de familia”. Solo piden “tener espacio para trabajar”.

Comenzaba el encuentro en el edificio Pignatelli, y desde ahí avanzaba por todo el centro de Zaragoza. Andando y manteniendo la distancia impuesta por ley, recorrían las calles de la capital aragonesa. Les secundaban varios motoristas, que hacían sonar sus motores de gasolina para acompañar las caceroladas. “209 días cerrados” o “derecho a trabajar” eran algunas de las consignas que se podían leer.

Cuando ya han llegado a la plaza del Pilar, han leído un manifiesto, donde la frase “queremos trabajar” ha sido las más escuchadas. Eso es lo que pide la hostelería zaragozana, una ley que les permita trabajar y dejar atrás esa asfixia que les lleva generando el gobierno desde marzo.