El Casademont Zaragoza sufre pero se estrena con victoria en la BCL (85-86)

DJ Seeley otorgó la victoria al conjunto rojillo sobre la bocina. Foto: Basket Zaragoza
photo_camera DJ Seeley otorgó la victoria al conjunto rojillo sobre la bocina. Foto: Basket Zaragoza

Venció pero no convenció el Casademont Zaragoza en su primer partido de Basketball Champions League ante el Start Lublin por 85-86. Los zaragozanos sufrieron demasiado para llevarse un partido teóricamente accesible, y hubo un rescate con nombre propio. Sería en el último segundo, sobre la bocina, cuando DJ Seeley anotaba un triple que otorgaba el triunfo a los de Ocampo. El equipo debe mejorar.

Saltaban los aragoneses a la pista para tratar de llevarse un partido que, a priori, parecía sencillo. La liga polaca es una competición de menor nivel que la española, y el Casademont Zaragoza era claro favorito. De esta forma, en el primer cuarto los de Ocampo comenzaban a anotar con cierta alegría en el juego. A pesar de haber llegado a una máxima de trece de ventaja, terminaba el primer envite 16-25 para los rojillos.

No sucedería lo mismo ya en el segundo. Los de Ocampo empezaron a fallar y comenzaron a darle alas al Start Lublin, que hasta entonces no había demostrado nada más que voluntad. No estaban atinados los hombres de confianza zaragozanos, y se percibía cierta relajación. Esto era algo que no iban a dejar pasar de largo los locales, y se ubicaban a seis del Casademont al descanso.

Hasta entonces, los rojillos habían presentado dos caras similares, aunque el hecho de salir con cierta tranquilidad les había penalizado. Sin embargo, habría un antes y un después con respecto al tercer cuarto. Un descalabro mayúsculo del conjunto de Ocampo permitía obtener al Lublin diez puntos de ventaja sobre los maños. La acumulación de fallos, la falta de acierto y la ilusión de los polacos dejaba el marcador 62-58.

Pintaba mal para los de Ocampo. Necesitaban remontar un partido que parecían haber encarrilado desde los primeros minutos. Pero la cosa no pintaba mejor conforme pasaba el tiempo. La ventaja se iba hasta once a falta de cuatro minutos y medio. Y fue aquí, más por demérito del Lublin que por mérito del Casademont, que consiguieron la remontada.

Los de Ocampo comenzaron a anotar, algo que parecía habérsele olvidado a los locales. En estas circunstancias, Seeley gozaba de un ataque tras el fallo de un tiro libre, y ahí se iba a decidir el partido. Los maños estaban a dos. El estadounidense acertaba, la pelota entraba y, gracias a ese triple sobre la bocina, el Casademont Zaragoza vencía con dificultad su primer partido europeo por 85-86.