Zaragoza vive su día más grande marcado por las fuertes restricciones

La fachada del Pilar se ha convertido en una ofrenda improvisada
photo_camera La fachada del Pilar se ha convertido en una ofrenda improvisada

La capital aragonesa ha vivido este 12 de octubre su día del Pilar más apagado de la historia. Las restricciones y las prohibiciones del Gobierno han impedido disfrutar del encanto del día de la Virgen del Pilar. No había fiesta por ningún lado: los “baturricos” se podían contar con los dedos de las manos, las terrazas funcionaban a medio gas… Pero sobre todo, lo que más ha dolido a los zaragozanos ha sido el no poder venerar y llevar flores a la Virgen.

Sin embargo, no todos se han cruzado de brazos. En la fachada de la Basílica, concretamente donde se encuentra la imagen de la Virgen con el Niño, se ha organizado una improvisada ofrenda de flores. Allí, los fieles colocaban cientos de rosas, claveles y flores de todo tipo y condición para honrar a su Patrona. Familias, grupos… eran las 12 de la mañana y ya había desfilado casi un centenar de personas por la plaza.

Mari Luz ha sido una de las personas que más flores ha dejado a los pies de Nuestra Señora. “He llevado 20 claveles, por mi hija y por mí. Ahora vive en Bélgica, en Bruselas, pero se ha acordado”, declaraba. Algo similar hacía María, a la que se le ha hecho “muy raro” celebrar así este 12 de octubre. “Por lo menos hemos podido venir a dejarle dos flores”, sentenciaba.

Incluso, Vanesa y su familia habían venido a Zaragoza desde Salou, su actual lugar de residencia, para celebrar en familia esta fecha. Eso sí, le apenaba mucho esta situación. Y aunque las opiniones acerca de las prohibiciones eran de lo más variadas, en esto coincidían todos. “Aun así es un día grande y tenemos que celebrarlo igual que otros años”, sostenía Irene cuando salía del Pilar.

Ahora bien, también los había más reivindicativos. Una joven paseaba con su bandera rojigualda, porque desde 1492 la Virgen del Pilar es patrona de la Hispanidad. Después de dejar flores a la Virgen, se paraba a hablar. “Estamos muy apenados de vivirlo así, pero estamos disfrutando del día”. Y aprovechaba para reivindicar sus derechos. “Se han pasado. Nos han quitado unas fechas fundamentales. Podríamos haber podido disfrutar con responsabilidad y libertad, que nos la están quitando”, declaraba a su paso por la plaza.

Y otros como Arturo aprovechaban para pedir mano dura. “Es necesario lo que están haciendo. En verano nos dieron manga ancha… y lo estamos pagando”, sostenía. Eso sí, vivir esta circunstancia era también le dolía, porque es “un día grande”, y le daba “emoción”, el ver cómo la fachada se llenaba de flores.

El arzobispo pide cumplir las restricciones

Antes de la celebración de una nueva misa dentro de la Basílica, el arzobispo oficial a día de hoy en Zaragoza, Vicente Jiménez, ha ofrecido sus declaraciones ante los medios. Para él, lo importante era que la Virgen, la Madre, “contagiase a sus hijos de amor y de fe”. Ahora bien, para ello, Vicente sostenía que los zaragozanos debían ser “buenos hijos”. Para serlo, sería necesario “cumplir las normas y disposiciones de higiene, seguridad y distancia”.

En cuanto a los fieles, considera que su comportamiento “es de admirar y de alabar” no solo por cumplir las normas, también por la “ofrenda improvisada”. “El corazón habla y los hijos expresan de muchas maneras el amor que tienen a su madre”, señalaba. Y es cierto que, “unas veces con flores, otras con lágrimas y otras con silencio siempre se lleva el amor”.

De esta forma, continúa el día más importante de Zaragoza, donde se conmemora que la Virgen se apareció en carne mortal al apóstol Santiago, sin ninguna celebración. Las fiestas no se celebrarán al menos este año, pero los ciudadanos maños esperan con ilusión poder hacerlo en 2021.

Zaragoza, ejemplo de responsabilidad

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha mostrado su agradecimiento a los zaragozanos por haber sido “un ejemplo de responsabilidad” y por las “escasas incidencias” que ha tenido la capital aragonesa en estos Pilares tan atípicos.

Azcón ha aseverado que quiere “darles las gracias porque durante toda esta semana hemos estado pidiéndoles responsabilidad, que fueran conscientes del momento tan complicado en el que vivíamos en cuanto a la expansión del virus, y que todos actuaran con responsabilidad y creo, sinceramente, que lo han hecho”. Asimismo, el alcalde de Zaragoza, ha querido recordar que el año que viene “será el mejor Pilar en la historia de nuestra ciudad”.