El Gobierno espera que la economía añada entre 0,4 y 0,5 puntos porcentuales a su crecimiento a largo plazo gracias al ‘Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia’, de forma que alcanzaría un potencial de incremento próximo al 2% frente al 1,5-1,6% con que contaba antes de la crisis provocada por la pandemia del Covid.
Así lo indicaron fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos y de Transformación Digital este viernes, que defendieron que las proyecciones macroeconómicas contenidas en el plan son prudentes e, incluso, podría mejorar al no incluir sus modelos predictivos el eventual efecto inductor de una mejora en los socios comerciales que también buscará propulsar su reactivación con recurso a los fondos europeos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, avanzó durante la presentación del plan que, con su aplicación, se generarán 800.000 nuevos empleos y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, estimó que añadirá además “entre dos y tres puntos” al crecimiento anual entre los años 2021-2030.
Su aplicación tendrá un efecto tractor adicional sobre la actividad a largo plazo por favores como la mejora que se espera en la productividad empresarial, capacitación de los trabajadores o potenciación de sectores, indicaron las mismas fuentes, que cifraron dicho extra de crecimiento a futuro en 0,4-0,5 puntos.
El Gobierno prevé que el efecto tractor en generación de empleos por aplicación del llamado ‘Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia’ vaya de menos a más y sume 200.000 de los 800.000 nuevos de empleo previstos el próximo año a la capacidad “inercial” de la economía. Los otros 600.000 se repartirían a partes iguales en el bienio 2022-2023.
El plan pivota sobre las 30 líneas de actuación que trazan el plan de reformas del Ejecutivo y persigue cambiar la capacidad productiva del país y abordar la transformación digital y ecológica haciendo uso de 72.000 millones de euros en fondos que llegarán de Europa en el trienio proyectado.
Las diferentes líneas tendrán efectos distintos en empleo y PIB, siendo el plan para la economía de los cuidados, la cohesión social y territorial; junto la reforma educativa, en formación continua y capacitación de los empleados y el plan de digitalización de la industria y pymes en los que confían que tengan mayor capacidad para generar nuevos puestos de trabajo.
La educación y capacitación de la ciudadanía a la demanda real de empleo espera que sea además uno de los motores para mejorar la capacidad de la economía de crecer a futuro y otros planes como los que se refieren a la Agenda Urbana y Rural, la digitalización, los asociados a infraestructuras y la transición energética proporcionen el mayor empuje al PIB en el trienio.
En el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital admitieron que las proyecciones ya incorporan escenarios de rebrotes de la pandemia e, incluso, las restricciones que actualmente se están aplicando, pero no medidas superiores como sería un confinamiento.
Al respecto incidieron en la necesidad de atajar los rebrotes, ya que el simple hecho de su propagación acaba pasando factura a la actividad ante el temor de restricciones e inhibe inversión y consumo, mientras que los buenos datos sanitarios alientan una recuperación inmediata. En apoyo de esta valoración refirieron que es lo que el ministerio está observando con el análisis del comportamiento de la actividad cuando aparecen los brotes.
Según dichas fuentes y en términos generales de la economía, admitieron que con los brotes se produjo una ralentización de la actividad a la vuelta del verano, pero los datos de alta frecuencia que dan el diagnóstico diario de la economía revelan una mejora y que el desempeño ha sido ya mejor en la primera semana de octubre frente a la última de septiembre.
