Aragón quiere ser parte esencial de La Vuelta Ciclista a España 2020. Para ello se ha presentado este martes el protocolo sanitario que permita asegurar el correcto transcurso de la carrera. En el acuerdo han estado presentes la consejera de Presidencia, Mayte Pérez; la consejera de Sanidad, Sira Repollés; el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci; el director general de la carrera, Javier Guillén, y el ciclista Fernando Escartín, con el fin de ultimar la organización las tres importantes etapas que podrán disfrutarse en la comunidad. Sin duda, será una Vuelta diferente para corredores y equipos separados en “burbujas”, con restricciones de acceso para el público y en la que se pretende que, este año, se vea a los protagonistas desde la televisión.
“La Vuelta en casa” es el lema que abrigará a La Vuelta a partir del próximo martes 20 de octubre en el arranque en Irún (Guipúzcoa). La gran carrera española se compondrá de 18 etapas, cuatro llanas, ocho de media montaña, cinco de montaña y una de contrarreloj individual. Aragón será parte en tres de ellas, la cuarta jornada, que tendrá llegada en Ejea de los Caballeros, la quinta etapa, que saldrá de Huesca con final en Sabiñánigo y, para el día posterior, que los corredores remontarán el Valle de Tena para encadenar el Aubisque y el Tourmalet. Al mismo tiempo que la localidad zaragozana de Ejea sale del confinamiento, el País Vasco ha decretado que no habrá público en las ascensiones de Arrate y Orduña. El director general de la carrera, Javier Guillén, llama a la responsabilidad.
“Va a haber restricciones claras en las zonas de salida y en las zonas de meta. En los puertos de montaña trabajamos con la Guardia Civil para que haya restricciones de acceso a los vehículos. Estamos en contacto con las consejerías y las autoridades sanitarias y haremos lo que tengamos que hacer porque es difícil controlar la evolución de la pandemia”, ha asegurado.
Así que, se ha diseñado un protocolo alrededor de la competición que permita la seguridad de los corredores. Cada equipo deberá presentar el 20 de octubre una PCR negativo de cada uno de sus integrantes, que a su vez se continuará exigiendo en los días de descanso de la carrera. En un período inferior a siete días, si hay dos corredores del mismo equipo que dan positivo, el grupo deberá abandonar la competición. El personal de organización, que acompaña a la carrera, tendrá un seguimiento sanitario similar.
La burbuja competitiva
El interior de esta Vuelta ciclista será inédito con respecto a lo vivido anteriormente. La carrera se compondrá de tres grandes “burbujas” diferenciadas, la compuesta por los equipos, la integrada por todo el personal de organización que pueda tener algún contacto, y el resto de acreditados que mantendrán la distancia con los corredores. El obligado cumplimiento de estas normas, similares a las aplicadas en el Tour de Francia, será esencial para el correcto desarrollo de la competición.
“Es una Vuelta excepcional, diferente, pero estamos muy contentos de que salga adelante. Hemos trabajado durante muchos meses en la organización y por fin hemos visto que se plasma este protocolo que garantiza el desarrollo de un evento deportivo de estas características”, ha apuntado Felipe Faci.
Y para conseguirlo será vital la colaboración del público, que ha demostrado a lo largo de estos años que quiere mantener viva la llama del ciclismo en España. “Este es un deporte que puede disfrutarse a través de la televisión, Aragón es parte esencial de la Vuelta y queremos que vuelva a serlo”, ha señalado Javier Guillén. “Gracias por confiar en nosotros, a Aragón le gusta el ciclismo y esperemos que vuelva a ser un éxito”, ha concluido Felipe Faci.
