Casi la mitad de las residencias no están preparadas para una segunda ola de coronavirus

El equipo se complementa con el asesoramiento de una psicóloga
photo_camera El equipo se complementa con el asesoramiento de una psicóloga

Más del 46% de las residencias de mayores no están suficientemente preparadas para hacer frente a una segunda ola de coronavirus, según un informe presentado este lunes por el Consejo General de Enfermería y el sindicato Satse que pone de relieve las carencias en estos centros, en los que una sola enfermera llega a tener hasta cien residentes a su cargo.

En torno a 20.000 mayores han fallecido por coronavirus en residencias desde que comenzó la pandemia, según las estimaciones de las dos instituciones. Ante una segunda ola, aún falta mucha preparación, sobre todo en lo que tiene que ver con las ratios, la preparación de los profesionales, la coordinación y los equipos de protección.

Una sola enfermera puede llegar a tener hasta cien residentes a su cargo, aunque difiere según el turno y si la residencia es privada o pública. Donde peores ratios se dan es en las privadas, donde un profesional de enfermería tiene una media de 106 mayores bajo su supervisión en fines de semana.

Además, el 40% de las residencias privadas no sustituyen las bajas de sus enfermeras, según el informe. En las públicas, las ratios de residentes por profesional de enfermería oscilan entre los 30 y los 50 mayores por enfermera, según el turno y el día de la semana.

Esta proporción de mayores por cada enfermero o enfermera “resultan extremadamente preocupantes” y “dejan en evidencia la vulnerabilidad del sector”, según el ‘Análisis de la situación de las residencias sociosanitarias en España’ publicado por la Mesa de la Profesión Enfermera.

Esto se suma a la baja retribución y la situación de sobrecarga asistencial que deben afrontar diariamente las enfermeras, y que hacen que “estos puestos no sean atractivos para los profesionales”.

De hecho, otro de los problemas que afrontan los centros sociosanitarios es la poca preparación del personal. El 91,2% de estos centros no exige formación específica en gerontología para el trabajo con mayores a sus profesionales de enfermería.

Los datos también apuntan a una baja cualificación es que un 20,7% de las enfermeras que trabajan en las residencias analizadas posee una antigüedad de menos de un año y el 57,5%, menos de cinco años. Aquí también hay diferencias dependiendo de la titularidad, pues en las públicas tienen mayor antigüedad que los profesionales de las privadas

Uno de los problemas de la falta de enfermeras en las residencias es que muchas tareas que les competen acaban recayendo en auxiliares que no tienen la misma preparación. “Se delegan funciones porque no hay suficientes enfermeras y, como consecuencia de ello, las que hay están saturadas de trabajo”, explica el informe.

Respecto a los salarios, el 70% de las residencias privadas paga menos de 20.000 euros brutos al año a sus enfermeras, mientras que el 73% de las residencias públicas sí que pagan por encima de esta cantidad.

El presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, señaló en la presentación del informe la necesidad de “reivindicar que las contrataciones sean de personas con especialidad o conocimientos en enfermería geriátrica”, así como de aliviar la carga de trabajo, que es “importantísima”.

El presidente del sindicato de enfermería Satse, Manuel Cascos, destacó por su parte que “son necesarias reformas en el sistema sociosanitario en su conjunto” y reclamó “auditorías independientes” en “todos los centros sociosanitarios”.

Sin preparación ni material 

Pese a que las residencias sí han hecho tests a sus mayores para detectar casos de coronavirus -el 92,6% de los centros han realizado test y lo han hecho entre la mayoría de sus residentes-, aún existen carencias para afrontar brotes.

La escasez de equipos de protección ha sido generalizada en las residencias sociosanitarias, un 14% mayor en la públicas que en las privadas. Además, el 76,1% de las residencias han tenido que reutilizar los EPI porque no tenían más.

Asimismo, el 12,5% de las residencias aún no tienen un plan de respuesta para hacer frente a casos de coronavirus. La mayoría -el 80,1%- de las residencias han elaborado ahora su plan de respuesta ante, pues sólo el 7,4% lo tenía antes de la pandemia.

Con los indicadores de trabajadores, formación, equipos de protección, planes de respuesta y coordinación con los servicios de salud, el informe considera que el 46,3% de las residencias no están preparadas para una segunda ola.