Uno de los grandes males sabores de boca que dejó la temporada pasada es el de ver cómo La Romareda pasaba de ser un estadio inexpugnable a una mina de puntos para los rivales. Ahí es donde se perdió el ascenso a Primera División, y por donde pasa el hipotético de este año. Por ello, Rubén Baraja apuesta por convertir el “factor Romareda” en “algo importante”. “Empezamos de cero”, ha sostenido en su comparecencia previa.
A todo el zaragocismo le gustaría contar con sus 25.000 aficionados alentando a sus jugadores, ilusionados por salir del municipal con tres puntos bajo el brazo. Sin embargo, como bien dice el míster, hay que asumir que no pueden estar. Las prohibiciones del Gobierno siguen vigentes y, hasta que no las levanten, no habrá aficionados. Aun así, debe ser un lugar donde el equipo se sienta “bien y cómodo”. “La Romareda debe ser un sitio en el que tratemos de sacar los partidos adelante y sumar puntos”, ha mantenido.
Si tienes hay regularidad en la suma de puntos, sobre todo en casa, siempre se está “cerca de los objetivos”. Este año supone “un nuevo reto” que empieza este mismo fin de semana. El equipo “ha ido trabajando bien”, y Baraja sabe que van a competir “en buenas condiciones”, lo que les dará “la posibilidad de ganar”. Además, en el vestuario hay muchas “ganas y hambre de empezar y hacerlo bien”.
El primer partido de la temporada hay que sacarlo con victoria, y más teniendo en cuenta el hándicap de empezar con dos enfrentamientos menos y casi en octubre. El encuentro deberá ser serio. Los maños deberán tener continuidad y consciencia, porque Las Palmas, a pesar de haber empezado con mal pie, es un hueso duro de roer.
Hay que reconocer que este enfrentamiento ante Las Palmas será una incógnita. Es cierto que se ha trabajado con ritmo durante cerca de un mes, y que el partido ante el Girona dejó buenas sensaciones, pero no se ha probado lo suficiente. Solo hay un secreto para llevarse los tres puntos: hacer un partido más completo que Las Palmas… y marcar más goles.
