Universidades destinará sus ocho millones del fondo Covid a digitalizar la enseñanza

Uno de los puntos calientes del debate se ha vivido en torno a la distancia social en la UZ y la USJ. Foto: Cortes de Aragón
photo_camera Uno de los puntos calientes del debate se ha vivido en torno a la distancia social en la UZ y la USJ. Foto: Cortes de Aragón

El área de Universidades destinará los 8,1 millones que le corresponden del fondo Covid a digitalizar la enseñanza universitaria. El director general, Ramón Guirado, ha reconocido que se trata de una prioridad absoluta en el departamento, que ya lo era antes de la pandemia pero que con la llegada del Covid estos procesos han tenido que acelerarse.

“Son los fondos necesarios para ir hacia una universidad digital”, ha expresado Guirado, algo fundamental en la sociedad actual pero aún más con la llegada del virus, que ha obligado a los miembros de la comunidad universitaria a impartir sus asignaturas, o al menos parte de ellas, a través de la metodología online.

Estos 8 millones, según Guirado, irán destinados a fortalecer los servicios en la nube –claves para este tipo de enseñanza- y tramitar las licencias de determinadas plataformas como Google Meet, con la que la universidad ha estado trabajando en los últimos meses. Formar al profesorado y a los alumnos para aprender a utilizar los nuevos equipos y ampliar y profundizar en las infraestructuras digitales son otros de los asuntos a los que se destinarán fondos.

No obstante, el director de Universidades ha reconocido que esto no es suficiente para reducir la brecha salarial, ya que gran parte del problema radica en la ausencia en algunos pueblos y localidades pequeñas de una conexión a Internet lo suficientemente potente como para ser capaz de sostener las herramientas necesarias para la formación.

“La brecha digital se combate ampliando los fondos para comprar equipos, pero en algunos lugares la conexión a Internet llega para un uso no intensivo”, ha lamentado Guirado, aunque ha recordado el “esfuerzo tremendo” de la DGA y la UZ durante la pandemia, con una dotación de 245.000 que sirvió para proveer de cámaras y micrófonos a más de 200 aulas.

“Estos protocolos no están pensados solo para prevenir, sino también para responder ante un posible contagio”, ha manifestado el director general, destacando los cuatro puntos sobre los que se sustenta el plan de actuación ante el Covid: distancia de seguridad y reducción de aforos, mascarilla obligatoria, lavado de manos y desinfección del material y, por último, ventilación de las aulas. A ellos, las entidades han añadido otros como la rotación o los grupos burbuja.

“Este Gobierno no va a dejar a nadie atrás”, ha destacado Guirado, antes de añadir algunas de las actuaciones llevadas a cabo por el Ejecutivo, tales como el aumento de la dotación de becas o la flexibilización de los criterios para su concesión, la bajada de las tasas universitarias o el hecho de que las asignaturas suspendidas estos meses no corran convocatoria.

Polémica con la distancia social en la UZ y la USJ

Uno de los puntos calientes de la comisión de Universidades celebrada este jueves se ha vivido en torno a la diferencia existente entre la distancia social necesaria estipulada en la Universidad de Zaragoza (1,5 metros) y en la Universidad San Jorge, que ha sido señalado por varios grupos de la oposición, entre ellos Ciudadanos e Izquierda Unida. Su portavoz, Álvaro Sanz, ha deslizado que “quizá si se hubiera invertido más en la Universidad pública, ahora tendríamos menos estrecheces”.

A este respecto, Guirado ha replicado que “quizá sea porque durante muchos años los gobiernos del PP dejaron de invertir en la Universidad pública”, a la par que ha afeado que “venir a exigir que la pública vaya más allá de lo que exige el Ministerio –metro y medio- es partidista”. “Ojalá pudiera darse, pero es un compromiso de todos”, ha concluido.

Otro de los temas que han centrado el debate ha sido la posible reanudación de las prácticas que tuvieron que ser suspendidas a causa de la pandemia y que pueden reanudarse ahora, aunque se daban por adquiridas las competencias si las horas superaban el 50% de las exigidas. En este sentido, Guirado ha explicado que, en las prácticas de ámbito sanitario, tendrán las mismas condiciones que el personal, mientras que en el ámbito educativo dependerá del centro proveer al estudiante de los espacios y las herramientas necesarias.