El guardián indiscutible de la portería zaragocista, Cristian Álvarez, inicia su cuarta temporada en la capital aragonesa. A sus espaldas quedan actuaciones estelares en más de 100 partidos, concretamente 111, y todavía le faltan. 2023 es la fecha en la que expira su contrato, por lo que está lejos su adiós. La hinchada puede respirar tranquila.
Es el propio Cristian el que se muestra “muy feliz y agradecido” por ver que todavía le quedan más años defendiendo el escudo zaragocista. Y en este año que comienza, el cuarto, se encuentra inmerso en la labor de conocer a los nuevos jugadores y cuerpo técnico. Las primeras tomas de contacto son “muy buenas”, y poco a poco “las ilusiones están siendo renovadas”.
Lo cierto es que han venido “con muchísimas ganas”, siendo un grupo “muy profesional en todo lo que hacen el día a día”. La pretemporada llama la atención por ser extremadamente atípica, con poca convivencia y escaso trato con los nuevos jugadores. Aun así, es capaz de percibir que son futbolistas “con muchísimas ganas, muy serios y trabajadores”. “Ojalá les vaya muy bien en el club y puedan dar su mejor versión”, ha declarado.
Ahora han encontrado “un buen equilibrio”, algo que considera necesario. “Hay gente experimentada que puede dar esos momentos de pausa y de serenidad cuando se necesite. Y están los chicos cargadísimos de ilusión, luchando por hacerse un nombre en el fútbol”, explicaba sobre este asunto. En ese sentido, no duda en calificar al grupo como “muy sano”.
Todo el equipo se encuentra ya preparando el inicio de Liga, tardío por su falta de previsión. Los maños se estrenarán contra Las Palmas, que vendrá ya rodado para entonces. Eso sí, el conjunto zaragocista no puede tener excusa: debe comenzar ganando para acercarse poco a poco al objetivo del ascenso.
