Nombres para cada cosa

¿Pandemia? ¿Epidemia? ¿Coronavirus? ¿Covid-19? ¿Infección? ¿Contagio? ¿Responsabilidad? ¿Solidaridad? ¿Ética? ¿Moral? ¿Disciplina social? ¿Confinación? ¿Recordar? ¿Recomendar? ¿Decretar? ¿Obligar? ¿Sancionar? ¿Centralizar? ¿Delegar? ¿Controlar? ¿Aislar?

Ciertamente estoy muy desanimado porque mi entorno y yo vemos por doquier que muchos-as individuos-as se toman a la torera todo lo que las autoridades tanto gubernamentables como sanitarias nos informan de cómo hemos de comportarnos para que los contagios del virus no se propaguen, y eviten que esta sociedad quede inmersa en un tremendo caos sanitario, económico y educativo del que, por ahora, no vamos a salir fácilmente.

Las medidas que hoy se toman para evitar botellones, fiestas colectivas, encuentros que no respetan distancias, sin llevar, como es precepto obligatorio de hoy, las mascarillas vayamos donde vayamos, son castigos, a mi entender, muy blandos porque las autoridades tienen miedo de enfrentarse a este colectivo antisocial.

Mi familia y yo, y una mayoría de ciudadanos, acatamos la normativa, pero muy a menudo vemos por la calle muchos jóvenes que o no la llevan o se la apartan, no respetando distancias. A mí me dan ganas de enfrentarme a ellos, pero en mi entorno me lo desaconsejan.

Entonces, ¿nos faltan efectivos que corrijan y castiguen severamente estos comportamientos? Rotúndamente SÍ. Pero que se sepa públicamente.

Lluís Vinuesa Serrate