La provincia de Teruel resurge como destino turístico en un verano "extraño"

El senderismo por la Sierra de Albarracín es uno de los atractivos turísticos de esta zona
photo_camera El senderismo por la Sierra de Albarracín es uno de los atractivos turísticos de esta zona

Los destinos turísticos de naturaleza e interior están viviendo un verano positivo dentro de la crisis que ha generado la expansión del coronavirus por todo el país. En la provincia de Teruel, la Sierra de Albarracín o el Matarraña son dos zonas que están salvando la temporada estival gracias al turista nacional, que busca estos espacios libres de virus alejados de las grandes aglomeraciones de sol y playa.

En la Sierra de Albarracín califican este verano como “extraño”, con muchas reservas, seguido de una importante cantidad de cancelaciones, que se suplen con las reservas de última hora. Desde la Asociación de Empresarios Turísticos cifran en una caída del 40% la ocupación durante el mes de julio, aunque han percibido un incremento de visitantes, sobre todo, de Zaragoza. “El visitante de Zaragoza no nos conocía, éramos un destino desconocido, pero se está sorprendiendo muy gratamente de lo que tiene al sur”, ha señalado su gerente, Begoña Sierra.

Tal y como ha explicado Sierra, la publicación de noticias en medios nacionales erróneas respecto a la incidencia del virus en la Comunidad “ha hecho daño”. Aun así, también recalca el intenso trabajo del sector en limpieza y en adaptar las instalaciones a las nuevas circunstancias, un esfuerzo que, añade, “no tiene repercusión económica”. “Hubo que hacer trabajo previo para dejar los establecimientos en perfecto estado antes de poder abrir. Ahora se ha hecho un refuerzo, que ya se hacía antes de forma exhaustiva”, ha remarcado.

Una línea similar mantienen en la comarca del Matarraña, donde calculan una ocupación superior al 80%, teniendo en cuenta que los hoteles han reducido plazas para adaptarse a las nuevas restricciones. La presidenta de la Asociación de Empresarios del Matarraña, Marta Ferrás, ha expuesto las “incertidumbres” que había al inicio del verano, pero “está respondiendo muy bien” con buena acogida del turista aragonés, que anteriormente tenía poco peso dentro de la Comunidad.

Para adaptarse a las nuevas circunstancias, los empresarios del Matarraña ofrecieron formación a sus asociados sobre la normativa de carteles o materiales. “Se tomaron medidas para ajustar los protocolos de limpieza, distanciamiento, quitar habitaciones o mesas, etc. Todo se está cumpliendo para hacer las cosas bien”, ha aseverado.

Del mismo modo, en Rubielos de Mora, donde se está viviendo un “elevado nivel” de ocupación en segundas residencias y se está registrando una importante afluencia de turistas durante el día, pero que no se traduce en ocupación hotelera. “Estamos muy lejos de años anteriores. Los condicionantes de la epidemia tienen su repercusión en visitantes y su participación en actividades. Hemos llegado a tener el 100% de ocupación en aforos”, ha afirmado su alcalde, Ángel Gracia, quien ha valorado el patrimonio histórico y el medio natural de la zona como principales atractivos para el turista.