La nueva ordenanza contra el botellón permitirá hacer trabajos comunitarios en vez de pagar la multa

Las sanciones por ingerir alcohol en calles, parques o plazas oscilarán entre 150 y 600 euros. Foto: Ayuntamiento Zaragoza
photo_camera Las sanciones por ingerir alcohol en calles, parques o plazas oscilarán entre 150 y 600 euros. Foto: Ayuntamiento Zaragoza

El Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado esta mañana someter a consulta pública previa la nueva ordenanza que busca clarificar la normativa del consumo y venta de alcohol en las calles de la ciudad. El proyecto, que el grupo municipal espera que se apruebe en septiembre, prohibirá el consumo de alcohol de más de tres personas en el espacio público de Zaragoza. Las consejeras de Hacienda y Movilidad y Servicios Públicos, María Navarro y Natalia Chueca, han criticado esta práctica y han dado la opción a los jóvenes multados de rescindir esa pena monetaria con trabajos a la comunidad.

La consejera Natalia Chueca ha considerado la práctica de botellón como un “problema de salud público nacional” y que ahora se convierte en “prioritario” al ser uno de los focos “estas prácticas habituales de consumo de alcohol”. Chueca ha recordado que esta práctica ya era multada cuando se “impedía el tránsito por contaminación acústica o dejar residuos”. Esta nueva normativa, que estará abierta a consulta pública hasta el 6 de agosto, se votará a principios de septiembre y Navarro cree que será apoyada por PSOE y Podemos, por el hecho de que la DGA ya aprobó el 26 de abril la prohibición autonómica que perseguía al botellón.

La nueva ordenanza pretende avanzar en los objetivos de la Estrategia Nacional sobre Adicciones (2017-2024), que alerta sobre los riesgos que entraña la normalización del consumo de alcohol entre la población joven, así como su aumento en este colectivo. De hecho, los datos estadísticos reflejan que la edad media de inicio en el consumo de alcohol se encuentra en trece años o que más del 30% de los menores de 16 años consideran que no es una droga. En este sentido, el fenómeno del botellón y del consumo grupal de alcohol en la vía pública se ha convertido en una de las principales preocupaciones de salud pública, situación agravada en la actualidad por la crisis sanitaria del coronavirus.

Una de las novedades será la rescisión de las multas económicas con el voluntariado. Para Chueca, esta nueva ordenanza busca también “reeducar a los jóvenes” en los que la multa, que variará dependiendo de la gravedad, podrá sustituirse por fines educativos o de limpieza, según la consejera en “limpiar lo que se ensucia”. Las consejeras han emitido que la nueva ordenanza irá acompañada de un trabajo para aplicar una política eficaz contra el consumo de alcohol entre la población más joven, la sensibilización ciudadana sobre sus riesgos sanitarios y sociales y el impulso de medidas preventivas desde los recursos municipales.

Chueca ha explicado que la Policía Municipal tiene guardados más de 40 puntos “negros” donde el botellón es habitual. Y que, en las fiestas populares, el poder beber en la calle se mantendrá como se ha hecho hasta ahora, a través de autorizaciones del propio Consistorio.

Las infracciones podrán ser leves, graves o muy graves, estableciéndose un régimen sancionador de 150 a 600 euros para las leves, 601 a 1.500 euros para las graves y 1.501 a 3.000 euros las muy graves. Se considerará infracción muy grave el vender alcohol a menores de edad. El consumo de alcohol en la vía pública se considerará una infracción leve y grave cuando el consumo se realice en zonas de juego infantil y en horarios diurnos y vespertinos hasta las 21.00 horas, o cuando en estos lugares y horarios, no se proceda a la recogida de los residuos generados habiendo sido requeridos para ello por la Policía.