Azcón será “inflexible” con los botellones y no se plantea reducir el horario de las terrazas

Azcón ha asegurado que los botellones son "incompatibles" con el Covid en las calles
photo_camera Azcón ha asegurado que los botellones son "incompatibles" con el Covid en las calles

El Gobierno de Zaragoza será “inflexible” con la celebración de botellones en las calles de la ciudad. El alcalde, Jorge Azcón, ha sido tajante al afirmar que “hay que tomárselo en serio” y que es “de sentido común” darse cuenta de que esta práctica “es incompatible con el Covid en las calles”. Además, el primer edil ha asegurado que el Ejecutivo municipal no se plantea limitar el horario de las terrazas, ya que el horario vigente actualmente es el mismo que existía en la Fase 2 de la desescalada.

“Una parte importante de los rebrotes se dan en jóvenes y en muchos casos tienen que ver con el ocio, por lo que vamos a ser inflexibles con los botellones y creo que todo el mundo lo entiende porque es de sentido común”, ha señalado Azcón, enfatizando que “hay una enfermedad que se expande cuando hay agrupaciones de personas y en los botellones, además, están bebiendo alcohol en la calle, y no lo vamos a permitir”.

De esta manera, el Consistorio zaragozano ya trabaja en una nueva ordenanza que dé cabida a estas modificaciones, aunque Azcón ha lamentado que “por desgracia”, debido a los plazos administrativos a los que se someten estas tramitaciones, el documento no podrá estar listo hasta dentro de dos meses, “en el mejor de los casos”, según ha puntualizado el regidor, añadiendo que las patrullas policiales que controlan que no se celebren botellones “van a seguir trabajando en los próximos días y fines de semana”.

Azcón apela a la solidaridad ciudadana para eliminar esta práctica

“Siempre se ha hablado del daño que el alcohol puede hacer a la salud y lo que ensucian y afean una ciudad los residuos que genera el botellón, pero ahora hay que pensarlo también desde el punto de vista de la solidaridad””, ha defendido Azcón, en referencia a las personas a las que un joven puede contagiar. “No solo entre ellos, sino que también pueden contagiar a sus padres, hermanos o abuelos cuando llegan a casa”, ha advertido.

Por ello, no ha descartado la opción de que las sanciones sean en forma de trabajos y servicios comunitarios en lugar de económicas. “Es muy importante que los jóvenes estén concienciados sobre ello, y por eso no solo es importante que se puedan cambiar las sanciones sino que se puedan sustituir por penas en las que se enseñe a los jóvenes todo el daño que puede hacer el botellón en la ciudad”, ha explicado.