El Gobierno de Aragón ha recomendado limitar solo a lo estrictamente necesario los movimientos de la ciudad de Zaragoza y su área de influencia ante el aumento de casos de coronavirus en los últimos días. Ante la imposibilidad de decretar un confinamiento las autoridades han apelado a la responsabilidad de la ciudadanía para que no abandone ni viaje a la ciudad, cuyas principales salidas contarán con controles informativos de las fuerzas de seguridad.
“No es una orden de confinamiento, es una llamada a la responsabilidad”, ha explicado la consejera de Sanidad, Sira Repollés, quien ha señalado la efectividad de las restricciones de movilidad para controlar la propagación del virus. Así, y pese a que las autoridades no podrán sancionar a quien incumpla las recomendaciones, Repollés se ha mostrado confiada en que estas medidas puedan reflejarse en una ralentización de la transmisión del virus en seis o siete días.
Una transmisión que, según los datos de contagios en los últimos días, lleva a pensar a Sanidad que la próxima semana Aragón va a registrar “un incremento muy grande” de positivos. Prueba de ello es Zaragoza capital, donde la curva de contagios se duplica ya cada dos o tres días sin que haya previsión de que se pueda frenar a corto plazo.
El director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, ha reconocido que la Comunidad, y en especial la zona de la capital, va a enfrentarse a “días muy complicados”. Con todo, Falo ha asegurado que la situación actual, pese a registrar varios centenares de nuevos positivos diarios, es muy diferente a la primera ola epidemiológica de marzo y abril.
Ahora, los contagios entre personas mayores de 65 años apenas se acercan al 5% del total, con la población joven como principal eje de propagación. Así, Falo ha defendido que el estrés del sistema es menor, ya que la mayoría de casos son con sintomatología leve y apenas está teniendo incidencia en el número de ingresos hospitalarios.
El Salud contratará trabajadores sociales para seguir los casos
Pese a que la presión hospitalaria de Aragón apenas ha variado en esta nueva fase de ascenso de la epidemia, el volumen de test realizados, que algunos días supera los 2.000, sí está provocando una mayor presión en la atención primaria. Un servicio que no solo realiza los test, sino que también investiga el origen y los posibles contactos de cada uno de los contagios y para el que el Salud contratará ahora trabajadores sociales.
Así lo ha confirmado el gerente del Salud, Javier Marión, quien ha detallado que este nuevo personal se centrará en apoyar a los enfermeros en la investigación de los contagios para acotar cuanto antes el riesgo de propagación. Sin un número exacto de nuevas contrataciones, Marión ha asegurado que serán “las suficientes” para garantizar que ningún contagio se quede por investigar.
Barbastro retrocede también a Fase 2 ante un brote relacionado con la recogida de la fruta
Además de esta mayor atención a la movilidad de Zaragoza y su área de influencia, el Departamento de Sanidad ha decidido también retroceder a la localidad oscense de Barbastro a la Fase 2 flexibilizada en la que se encuentran ya otros territorios aragoneses. La decisión llega tras el aumento de positivos, una veintena en las últimas horas, de residentes en la localidad relacionados con la actividad de la recogida de la fruta.
Una noticia que el alcalde de Barbastro, Fernando Torres, ha reconocido esperar, aunque quizá no “tan rápido”, ante el aumento de nuevos contagios e ingresos hospitalarios. “Supone un mazazo porque es un paso atrás para la ciudad, pero solo se puede apelar ahora más que nunca a la responsabilidad de todos”, ha explicado.
Con la entrada de Barbastro y su población de aproximadamente 15.000 personas en Fase 2 flexibilizada, ya son cerca de 900.000 los aragoneses residiendo en localidades con este tipo de restricciones.
