El Gobierno de Aragón y otras autonomías asociadas a la actividad agrícola mantuvieron este miércoles un encuentro con los Ministerios de Agricultura y Sanidad para analizar la controvertida situación de los trabajadores del campo, que ha sido señalada como principal foco de propagación de la Covid-19 entre el colectivo. A pesar de asegurar que hay un “riesgo asociado” a la actividad de la recogida de fruta, el consejero Joaquín Olona ha dejado claro que no “está ahí el problema”, sino en las condiciones de habitabilidad de los trabajadores. Por ello, ha pedido a los empresarios del sector agrícola mayor “implicación” en ese sentido, para que, entre todos, sea más viable mejorar su situación.
Así, y alejándose de toda posible estigmatización del colectivo, el consejero Joaquín Olona ha hecho público su llamamiento, recordando también que es competencia del empleador asegurar una prevención de riesgos en ámbitos no estrictamente asociados en exclusiva al laboral. Se ha referido el consejero, precisamente, a esas condiciones de habitabilidad en las que se encuentran parte de esos trabajadores del campo y de la fruta, asegurando que es igual de necesario atender a dichas “responsabilidades”, tratando de optimizar sus entornos no solo “dentro de las explotaciones”, sino haciendo extensiva dicha política al ámbito más privado.
Olona ha dejado claro que durante la reunión las autoridades competentes descartaron por completo la posibilidad de suspender las labores de recogida de fruta, puesto que resultan ser “actividad esencial” para muchos de los territorios. También para Aragón. Por ello, ha insistido en la importancia de plantearse la cuestión yendo “más allá del mero cumplimiento de la norma”, pues no es sino algo que se corresponde con la práctica de la “ética” y el “sentido común”, ha dicho tajante. “No podemos hacer una línea divisoria entre lo personal y lo laboral”, ha insistido Olona, volviendo a hacer hincapié en que el sector “debe implicarse más en mejorar las condiciones de habitación” de los trabajadores.
El consejero ha asegurado que le consta que la mayoría de los empleados de las explotaciones agrícolas llevan a cabo su jornada “en condiciones correctas”, aunque también existe certeza acerca de “un porcentaje de ellos” que no lo hace. Un comportamiento que “debe corregirse”, y que seguirá, en cualquiera de los casos, bajo el control de inspección.
