El Salón del Cómic de Zaragoza se celebrará en diciembre si la pandemia lo permite

El diseño del cartel representa un kaijus japonés que representa la idea, el trabajo y el resultado final
photo_camera El diseño del cartel representa un kaijus japonés que representa la idea, el trabajo y el resultado final

El Salón del Cómic volverá a Zaragoza -si la pandemia quiere- del 18 al 20 de diciembre de este año. La XIX edición de este consagrado salón busca adaptarse a las medidas sanitarias necesarias en un evento que se presenta sin certezas, pero con la posibilidad de mutación según la fecha se vaya acercando.

“La noticia es que hay Salón del Cómic” así lo ha expresado el responsable de Centros Cívicos del Ayuntamiento, Antolín Terés. También ha mostrado su interés en hacerlo siguiendo todas las medidas sanitarias “habidas y por haber” con modificaciones que irán cambiando en cuanto se vaya acercando la fecha.

Aún así, el Salón del Cómic es “uno de los más importantes a nivel nacional” y con una “gestión íntegramente pública”. Una edición que será “especial” para el consejero de Participación y Relación con los Ciudadanos, Javier Rodrigo. También el Salón es uno de los más económicos, a un euro la entrada, que permite la visita los tres días seguidos. Por esta razón, el Salón fue visitado por unas 25.000 personas, un evento “personalizado” en el que no se trabaja en una “factoría de producción en cadena”, el cual, según Terés, se trabaja de uno en uno con las editoriales y con todas las personas que vienen.

Este año, debido a esta situación, se ha suspendido el proceso de selección de stands de forma temporal, por lo que los participantes serán invitados directamente por la organización.

Asimismo, Rodrigo ha resaltado el proceso participativo con el que se lleva a cabo la organización del certamen, en el que participan colectivos, aficionados y profesionales del cómic con reuniones celebradas durante el primer semestre.

El cartel de este año, realizado por Álvaro Ortiz representa un kaijus japonés, un monstruo gigante de origen folclórico y apocalíptico que el autor ha ilustrado no como amenaza, sino como “motor de creación”. En sus cuatro manos están representadas la idea, el trabajo y el resultado final, de tal forma que, según ha explicado el artista, esta figura representa a todas aquellas personas que desarrollan su trabajo “en torno a las viñetas”.

Un salón más esponjado

El responsable de Centros Cívicos del Ayuntamiento, del que depende el Salón, Antolín Terés ha expresado a cuenta gotas la información sobre las medidas sanitarias que se aplicarán en el salón. Un evento “más esponjado” que, por ejemplo, se ha hablado que solo habrá dos pasillos y un mayor control de aforo. “Con cualquier variación de la normativa sanitaria, nos adaptaríamos a ella”, ha afirmado Terés.

El responsable ha afirmado que no está habiendo problema con traer a las editoriales nacionales y ha asegurado que vendrán, ya que este es un salón “de prestigio”. Apoyando a Terés, el consejero cree que la situación “dramática” de este sector, es una “muy buena oportunidad” que se celebre esta edición.