Falta de personal

El equipo de Enfermería de la residencia Romareda, dependiente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, quiere denunciar la “falta de previsión” ante la inminente necesidad de contratar a 4 profesionales de enfermería para realizar las sustituciones de verano.

Esta falta de personal está causando graves perjuicios a los 13 enfermeros y enfermeras del centro, que hemos estado en primera línea trabajando jornadas maratonianas, en turnos de 12 horas, desde el 18 de marzo hasta el 19 de mayo, debido a la pandemia provocada por el COVID-19, lo que, además, que provocó un aumento de la carga asistencial considerable y menos libranzas para descansar.

A finales de mayo se nos instó a pedir las vacaciones de verano, y gastar los a horarios y festivos generados que no pudimos disfrutar en dicho periodo, a poder ser en periodo estival (julio, agosto y septiembre) ante la previsión de un nuevo rebrote. Durante el mes de junio hemos asumido trabajar a mínimos la mayor parte de los días, ya que, solo por exceso de horas extra realizadas durante el Covid se nos debían un total de 70 jornadas a los trabajadores.

Inquietos por las sustituciones de verano, preguntamos a nuestros superiores cómo y cuándo se iban a realizar los contratos, para asegurarnos de que los turnos estarían cubiertos sin que mermara la calidad asistencial, incluso proponiendo algunas compañeras de profesión interesadas en el puesto. Su respuesta siempre fue tranquilizadora y que se encargarían de cubrir el 100%.
Sin embargo a fecha de 30 de junio, sin que se informara a la plantilla de cómo se estaban gestionando os contratos de verano, Enfermería solicitó una reunión con dirección en la que se nos informa que solo hay una persona contratada de las cuatro que son necesarias.

Esta situación implica que compañeras que tenían planificados unos días de descanso estén a expensas de si se podrá o no conseguir más personal, dificultando la conciliación familiar y organización personal. Además, esta incertidumbre está generando malestar y tensión interna en el equipo.

Queremos denunciar que el proceso de selección de personal, a través de Gerencia de Servicios Sociales, es errático y lento, que hay falta de comunicación y que nuestro colectivo ha sufrido con la desinformación producida. Por último, pero quizás sea lo más importante, queremos recordar que esto afecta directamente a los residentes del centro, personas mayores con pluripatologías y un nivel de dependencia alto, que en estos momentos siguen confinados en el centro y precisan de toda la atención posible, manteniendo las medidas de control y seguridad sin que disminuya la calidad asistencial, ellos y sus familias.

Hemos sido personal de primera línea junto con todos los trabajadores del centro. Somos enfermeras y orgullosas de nuestro trabajo. Han sido momentos muy duros los que hemos vivido y consideramos que no debemos bajar la guardia todavía, por eso creemos que sería una negligencia dejar el centro sin enfermera o trabajar por debajo de los mínimos establecidos pero también necesitamos UN DESCANSO.

Equipo de Enfermería de la residencia Romareda de Zaragoza