La única buena noticia que deparó el derbi aragonés para el Real Zaragoza fue el regreso al césped de Javi Puado. El delantero ha sido fundamental en los planes de Víctor Fernández desde su llegada procedente del Espanyol en calidad de cedido. Sus goles y su buena conexión con Luis Suárez incrementan las dosis de veneno en la punta de ataque zaragocista, algo que se antoja fundamental en esta recta final liguera.
Además, en los minutos que dispuso le dio tiempo a ser protagonista de una de las jugadas más polémicas de la temporada por trascendencia. Al respecto, Puado, elegancia en mano, se ha dedicado a expresar el sentir del vestuario, asegurando que no entienden por qué hay acciones donde el VAR entra y otras no, generando dudas de “cómo lo utilizan, cuándo lo utilizan y por qué”. Él lo tiene claro, “el contacto existe” y es él el que toca el balón primero, por lo que no comprende “por qué el árbitro no va a revisarlo”.
Pese al monumental y comprensible enfado que impera en la entidad blanquilla, el ariete anima a olvidar lo sucedido y centrarse en el próximo encuentro, que tendrá lugar nada más y nada menos que frente al Girona en Montilivi, uno de los “cocos” de la competición. “Tiene muy buen equipo y muchos jugadores que han estado en Primera División”, advierte, recordando eso sí que “ya se ha visto en las últimas jornadas que equipos de arriba lo pasan mal contra equipos que están abajo”.
En el plano individual, Puado ha reconocido que después de cuatro meses sin jugar, entre confinamiento y lesión, todavía no está al “100% en tema ritmo”, pero eso es algo que “se consigue jugando”. Sí ha dejado claro que físicamente está bien, “la lesión está olvidada” y trabaja el músculo “para que no vuelva a ocurrir”.
