El PP advierte de que el cierre de la Térmica triplicará los costes del agua en el Guadalope

Celma ha defendido que el coste supondría una ruina para muchos municipios
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El portavoz de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente en las Cortes, Ramón Celma, ha advertido de la “ruina” que supondrá para los usuarios de la cuenca del Guadalope el cierre de la Térmica de Andorra. Más de 80 municipios y miles de regantes y ganaderos que podrían ver aumentados sus costes hasta un 204% a partir del cese de actividad en la planta de Endesa, previsto para la próxima semana.

“Significa que 1,45 millones de euros anuales van a tener que pagarlos entre el resto de usuarios”, ha advertido Celma, para quien estos sobrecostes surgidos de forma drástica harían que muchas de las explotaciones que usan el agua de la cuenca dejaran de ser viables. En total, y a lo largo de todo su cauce, las aguas del río Guadalope riegan 15.000 hectáreas.

El popular ha lamentado también que esta situación se produce en una de las cuencas “mejor reguladas” tanto en Aragón como en España y que atraviesa algunas zonas muy castigadas ya por la despoblación. “Es como cercenar lo que da de comer a las comarcas del Bajo Aragón y colindantes”, ha explicado.

“Puede suponer la ruina de decenas de municipios”, ha incidido Celma, acusando también al Gobierno de Aragón y también de España de “no poner ninguna propuesta” sobre la mesa para frenar “una situación de tal gravedad”.

Los populares proponen el bombeo de agua del embalse de Mequinenza a Civán o la captación de nuevos usuarios

Como solución a esta situación que comenzará a afectar a los usuarios de la cuenca del Guadalope, Ramón Celma ha presentado tres medidas principales propuestas por su partido. Por un lado, el bombeo de agua desde el embalse de Mequinenza para los regantes de Civán, en el Bajo Aragón-Caspe.

Por otro, los populares apuestan por seguir impulsando la modernización de regadíos que permita una gestión cada vez más eficiente del agua, así como la captación de nuevos usuarios de la cuenca, tanto municipios como particulares, con la elevación de aguas a Andorra. Un proyecto sobre el que Celma ha criticado también la “falta de voluntad” del Gobierno de España.