Falo advierte que la baja incidencia del virus en Aragón puede provocar que haya más contagios ahora

Falo ha destacado que los datos de la segunda fase del estudio son aún "muy preliminares". Foto: Cortes de Aragón
photo_camera Falo ha destacado que los datos de la segunda fase del estudio son aún "muy preliminares". Foto: Cortes de Aragón

El director general de Salud Pública en Aragón, Francisco Javier Falo, ha analizado este viernes en la comisión de Sanidad los datos obtenidos en el estudio de seroprevalencia, cuya segunda oleada fue comunicada el jueves a las autonomías. Estos datos, según ha explicado, desvelan que la enfermedad ha afectado a un número reducido de aragoneses, pero como contrapartida negativa significa que hay más gente sensible a contraer el virus si se produjese una segunda oleada, ya que el grado de inmunidad en la Comunidad es escaso.

Los datos de la segunda fase del estudio, si bien son, en palabras de Falo, “muy preliminares” corrigen algunas de las variables expuestas en la primera oleada, como es el grado de prevalencia del virus en Aragón, es decir, el porcentaje de población afectada por el virus en la Comunidad. En este sentido, Falo ha avanzado que la prevalencia en la región, que antes era del 4,9%, los datos del jueves la sitúan en el 4,6%. Por provincias, la tasa de prevalencia se distribuye de la siguiente manera: 4,7% en Huesca, 3,5% en Teruel y 5,2% en Zaragoza.

“El objetivo del estudio era obtener una fotografía de cómo ha circulado la infección del virus, cuánta gente ha sido infectada, porque el sistema sanitario se ha centrado en los casos más graves y no se ha podido prestar la atención necesaria a los leves”, ha explicado Falo, destacando que las conclusiones del estudio “no han sorprendido especialmente” al Salud, que preveía una prevalencia de entre el 5% y el 10%. “La circulación del virus ha sido baja, era el objetivo que tenían las medidas de distanciamiento social”, ha apuntado.

En este sentido, ha contextualizado la importancia de estas cifras en Aragón, dadas las elevadas cifras de expansión epidemiológica que presentan los territorios cercanos a la Comunidad, como algunas provincias de Castilla y León, Navarra o Cataluña. Según ha explicado, Aragón se encuentra en una “situación intermedia” respecto a las cifras de infectados, entre estas zonas y otras donde la incidencia ha sido menor, como en Cantabria.

En cuanto al territorio aragonés, el director de Salud Pública ha reconocido que el peso de Zaragoza capital “arrastra” las medias por la gran cantidad de población que allí se concentra, a la par que ha explicado que la elevada transmisión detectada en Teruel se debe a que “hacen falta pocos casos para que la tasa de incidencia suba”, fruto de la despoblación que acusa la provincia. En cuanto a Huesca, Falo ha señalado los rebrotes registrados en el territorio como una posible justificación de las cifras de la provincia.

Selección de la muestra y test “problemáticos”

La portavoz de Sanidad de Ciudadanos, Susana Gaspar, ha pedido una aclaración acerca de los criterios que se han seguido a la hora de seleccionar la muestra, cuestionando si resultaba “representativa” de la población. En este sentido, Falo ha asegurado que la muestra ha sido confeccionada por el INE, buscando la representatividad y primando los territorios despoblados, para que el estudio centrado en los grandes núcleos urbanos “no contaminasen” las cifras, aunque ha avanzado que “no se van a poder facilitar datos por debajo de lo provincial”.

Asimismo, ha reconocido que todas las pruebas diagnósticas que se han ido realizando durante la epidemia –PCR, test rápidos y test Elisa- han resultado “problemáticos”. “Tienen un recorrido muy reducido porque hasta hace cuatro meses sencillamente no existían”, ha asegurado, señalando que para valorar sus resultados “se necesita cuidado”.

“Nos preparamos para lo peor”

Al ser preguntado sobre las medidas que el Departamento tiene previstas para combatir un posible rebrote, Falo ha asegurado que, aunque se desconoce si puede haber o no una segunda oleada, la obligación del Salud es “prepararse para lo peor”. “Hay que estar preparados aunque no sepamos la magnitud y virulencia que pueda tener una segunda oleada. En estas circunstancias, solo podemos prepararnos para lo peor y después ver si podemos modularlo”, ha aseverado.

El director de Salud Pública ha advertido de que, de producirse, una segunda oleada vendría acompañada de un periodo de frío, lo que agravaría las características del virus. Además, sería posible su combinación con otros, como la gripe. Para combatirlo, Falo ha destacado la necesidad de reforzar los sistemas de información, detección y vigilancia de la sanidad pública, así como la obligación de “responder” con la atención primaria y la especializada, algo que ahora “se ha sacado adelante con grandes dificultades”.

Falo se ha referido también a reforzar “todos aquellos escenarios en los que hemos tenido problemas, como la organización de los centros residenciales o la coordinación sanitaria. “Tendremos que estar finos en octubre y ser capaces de responder con planes de contingencia que nos permitan tener la capacidad de dar respuesta en plazos muy cortos, en el caso de que volvamos a detectar la presencia del virus”, ha concluido.