La planta de Opel en Figueruelas ha regresado este lunes a la actividad de forma gradual y segura, gracias a un estricto protocolo de medidas de protección reforzadas frente a la Covid-19. Unos 250 trabajadores de Carrocería y Pinturas, de los 5.500 empleados que tiene la fábrica, han sido los primeros en reincorporarse a su puesto para preparar el sistema, llegando el miércoles a las mil personas en la línea 2 del Corsa.
Para todos ellos ha tenido palabras el director de la planta, Juan Antonio Muñoz Codina, quien les ha pedido “responsabilidad” para proteger la salud y seguridad de toda la plantilla. “La empresa ha puesto en marcha un protocolo muy exigente, acordado con todos los sindicatos en el Comité de Seguridad y Salud, pero no será efectivo si cada uno no contribuimos con un cumplimiento estricto de las medidas. Es una responsabilidad personal hacia nosotros mismos, nuestra familia, entorno social y compañeros de trabajo”, ha manifestado en un comunicado.
La actividad se ha reanudado en un único turno, de los tres que habitualmente operan en Figueruelas, y será rotativa entre dos grupos de mil operarios, al menos durante las dos primeras semanas. “Nuestra empresa y en general todos los sectores de la economía no pueden vivir mucho tiempo sin generar ingresos. En este nuevo marco, debemos proceder a la reanudación escalonada y progresiva de la producción de vehículos para contribuir a la recuperación de la normalidad, la creación de riqueza y el mantenimiento de empleo”, ha expuesto Muñoz Codina.
Durante el tiempo que ha durado el parón en la actividad, el grupo ha implantado una serie de medidas, tales como el control de temperatura en la entrada al centro, además del autocontrol de los síntomas; el suministro individual de máscaras y gel hidroalcohólico; el uso de gafas y máscaras en el centro; o respetar la distancia entre las personas en todo el centro, incluidas las áreas de descanso, áreas para fumadores con marcas en el suelo.
