Alberto Zapater ya es uno más en la plantilla zaragocista

Alberto . Foto: Real Zaragoza
photo_camera Alberto . Foto: Real Zaragoza

El capitán del Real Zaragoza, el ejeano Alberto Zapater, ya es uno más en la plantilla zaragocista. Atrás han quedado ya los tiempos de recuperación, los entrenamientos alejado del grupo y el calvario que le ha tenido meses apartado. Zapa está a disposición de Víctor Fernández y solo piensa en el reinicio de la Liga, en La Romareda ante el Alcorcón.

Después del entrenamiento, el cincovillés se ha sometido a las preguntas de los canales oficiales del club. Han pasado casi dos meses desde la última vez que acudieron a la Ciudad Deportiva para ejercitarse, y el regreso es, cuanto menos, esperanzador. “Verte en el césped ilusiona a todos los jugadores y es un paso más. Queremos volver y tenemos que poner nuestro granito de arena”, ha declarado.

Es cierto que no hay contacto humano, pero el mero hecho de verse las caras es un buen síntoma. La plantilla tiene cuidado, es precavida, como señala el “capi”. Ya no por los virus, sino porque correr en el césped no es lo mismo que hacerlo en otra superficie. Aun así, valoran el mero hecho de ponerse las botas de fútbol.

A nivel personal, no ha sido fácil el confinamiento obligado para el aragonés. Nada más recibir el alta de la lesión de rodilla, que le ha mantenido casi un año alejado del terreno de juego, se frenó la progresión. El capitán se despedía de un plumazo de lo que más necesitaba, competir, y el único remedio para sanar definitivamente. Solo llevaba dos entrenamientos cuando comenzó el encierro.

El trabajo individual le ha permitido quedar lo menos perjudicado posible. Ahora que ha superado sus dolencias solo piensa en encontrar el ritmo que le permita volver a competir. “Las lesiones hay que recordarlas, y yo tengo que convivir con ella, con unos protocolos antes y después de entrenar, y esto será así hasta que me retire”, ha asegurado. La ilusión por la vuelta también le mantiene en forma.

El peligro de parar 

“Estábamos en un momento muy bueno, con una gran dinámica y estado de ánimo, que es muy importante. Ahora empieza una nueva liga, pero eso sí, con cinco puntos de ventaja”, afirmaba el centrocampista. Lo cierto es que jugar con estadios vacíos, sin la fuerza de La Romareda y con cinco cambios hace que el deporte cambie por completo. Es una liga nueva y un fútbol nuevo.

El Real Zaragoza se prepara para sacar lo mejor de sí en estas once jornadas que faltan por disputarse, donde se juega el ascenso a la máxima categoría. El ansiado reto de ascender a Primera, sigue siendo el único objetivo de los maños de cara al final de temporada.