La mística de la Recopa del Real Zaragoza continúa de aniversario

La celebración del gol ante el Chelsea quedó para el recuerdo
photo_camera La celebración del gol ante el Chelsea quedó para el recuerdo

El mayor logro de la historia del Real Zaragoza cumple 25 años en 2020, y las diferentes etapas que superó el conjunto blanquillo se rememoran en las efemérides. A estas alturas de la temporada, los maños habían dejado atrás al Gloria Bistrita, al Tratan Presov, al Feyenoord y al Chelsea. La eliminación de los ingleses había tenido lugar exactamente el 20 de abril de 1995, por lo que todavía se estaría celebrando el pase a la final.

Lo cierto es que la ida, disputada en La Romareda, había dejado la eliminatoria muy encarrilada. El exfutbolista Santiago Aragón recuerda que el resultado del primer partido era “muy satisfactorio”, y más teniendo en cuenta que se había eliminado antes al Feyenoord. Eran dos factores que hacían elevar la confianza del grupo, a pesar de contar con las bajas de Poyet y Aguado para la vuelta en Stamford Brigde

Aragón recuerda a la perfección el interior del estadio y el ambiente de la semifinal europea. Los pasillos eran estrechos y los vestuarios cercanos; los jugadores del Chelsea trataban de amedrentar a los blanquillos con gritos antes del choque. Óscar Celada y Cafú se erigieron como los sustitutos de las dos piezas importantes. El equipo cumplía, pero llegó el gol de los “blues”. Fue un claro fallo defensivo, y eso dolió, porque estaban controlando el encuentro.

Ya en la segunda parte, el agua volvería a su cauce. El propio Santi pondría el empate en el 54, con un gol de bella factura. Después de amagar y regatear a la defensa local, cruzaba la pelota y llegaba la tranquilidad a las filas aragonesas. La celebración se hizo tan famosa como el gol. “Había nacido mi hija hace once días, y nos juntamos entre Nayim y Cafú e hicimos como que acunábamos a un niños”, recuerda. Esa estampa quedó marcada también en la vida de la niña, porque lograron hacerse con ella y enmarcarla.

Necesitaba tres goles más el Chelsea, y aunque lograron maquillar el resultado, en ningún caso contaron con opciones reales de superar la eliminatoria. Frank Sinclair a falta de media hora y Mark Stein con solo cinco minutos por jugarse pondrían el definitivo 3-1 en el electrónico. El partido finalizaba y una ciudad entera estallaba de alegría.

Llegaba el momento de enfrentarse a un grande entre los grandes. “Sabíamos que el Arsenal era campeón y podía tener más experiencia en finales, pero nosotros veníamos de jugar varias”, afirma el exfutbolista. La experiencia de haber llegado lejos en grandes torneos e incluso alzarse con ellos aportaba el poso y la tranquilidad para soñar con hacer historia.

Sería el famoso 10 de mayo cuando se lograría el histórico título, pero todavía quedan etapas por quemar y anécdotas que deben cumplir sus bodas de plata. El viaje hasta París, el ambiente de la ciudad, el camino hacia el estadio o la guinda del gol de Nayim todavía no han alcanzado los 25 años de vida.