El Gobierno de Aragón ha pedido este lunes “tranquilidad” para diseñar el plan aragonés de recuperación social y económica, anunciado el domingo por el presidente Lambán y que se complementará con el pacto a nivel nacional confeccionado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, al que se le ha exigido de forma paralela que dote al acuerdo de los “recursos económicos necesarios” como la flexibilidad.
“En estos momentos de dificultad y exigencia de una pronta respuesta por parte de la ciudadanía, yo quiero pedir serenidad y tranquilidad”, ha manifestado la consejera de Presidencia del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, en referencia a un plan en el que “ya se está trabajando”. Según ha avanzado la consejera, se ha creado un grupo de expertos “que pueda arrojar información y asesoramiento sobre los efectos que va a tener esta crisis en los distintos sectores”, e incluso proponer posibles soluciones como, según la consejera, la realización de “un trabajo previo, de diagnóstico inicial, antes de elaborar el plan”.
En este sentido, Pérez ha recalcado la necesidad de que este plan se elabore bajo una “cooperación estrecha por parte de todo el sistema, tanto sectorial como territorial”. “Estamos hablando de agentes sociales, sindicatos y organizaciones empresariales, las fuerzas políticas y entidades locales como los ayuntamientos”, ha profundizado.
Solo de esta manera, ha continuado Pérez, se conseguirá elaborar un plan propio que cumpla con el objetivo de “complementar y suplementar” al plan impulsado por el Gobierno central. “Paralelamente, debemos seguir exigiendo los recursos económicos necesarios, como la flexibilidad”, ha expresado, aseverando que los principios de estabilidad y ortodoxia presupuestaria “no sirven” en las actuales circunstancias.
Respecto a esto, y según ha recordado la consejera, Lambán propuso ayer una serie de medidas concretas, como la posibilidad de que los ayuntamientos y diputaciones pudieran disponer de los remanentes propios almacenados y destinarlos a paliar la crisis sanitaria a través de programas alternativos adaptados a cada territorio. “Europa debe ser consciente de esta situación y los gobiernos centrales tienen que ser sensibles a esto”, ha concluido.
