El transporte público urbano en Zaragoza adaptará su oferta y sus frecuencias a partir del próximo lunes. Esta medida tiene como objetivo adecuar el servicio a la situación provocada por el estado de alarma por la pandemia del coronavirus, que ha provocado una caída drástica de usuarios de hasta el 90%. En total, se prestará entre el 81,7 y el 87,7% del servicio habitual, es decir, la merma no superará el 20%.
La modificación de frecuencias se ha diseñado, en todo caso, manteniendo una oferta suficiente que permita mantener, de manera holgada, la distancia de seguridad entre pasajeros dentro de los vehículos y, a su vez, entre estos y los conductores. Tal y como explica la consejera de Servicios Públicos y Movilidad, Natalia Chueca, “la seguridad de las personas se ha impuesto como prioridad a la hora de realizar los cálculos de la oferta, que queda en todo caso muy por encima de la bajada real en el número de usuarios que estamos viviendo en estas últimas dos semanas”.
En el caso del autobús urbano, para estas modificaciones se ha optado por hacer uso de los cuadros de marcha utilizados en la primera quincena de julio de 2019, con la dotación de vehículos correspondiente en función del tipo de día (laborable, sábado o festivo) y del tramo diario (mañana o tarde). A modo de ejemplo, si un día laborable por la mañana funcionan 284 en la red, estarán disponibles 232. En el caso de los festivos, de 147 vehículos prestarán servicio en horario matinal 124.
En lo que respecta al tranvía, cuya ocupación ha descendido igualmente por encima del 90% de viajeros, las modificaciones que se introducen se han hecho pensando, también, en garantizar la separación de espacio entre pasajeros. Para ello, a partir del lunes todas las expediciones se realizarán con tranvías dobles. Las frecuencias serán de 10 y 13 minutos en las franjas horarias centrales de días laborables, y de 30 minutos en sábados y en domingos, durante todo el día. De este modo se mantiene íntegramente la disponibilidad de espacio, repartida entre los tranvías unidos, aunque con las frecuencias más altas.
