Logran el nacimiento asistido de un quebrantahuesos tras 13 años de fracasos reproductivos

El huevo fue rescatado de un nido en situación de riesgo localizado en el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara
photo_camera El huevo fue rescatado de un nido en situación de riesgo localizado en el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara

Especialistas en cría asistida de quebrantahuesos de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), y con la ayuda de los rescates de los Agentes de protección de la Naturaleza especialistas en montaña del Gobierno de Aragón, han logrado el nacimiento de un ejemplar de quebrantahuesos cuyos padres acumulaban 13 años continuados de fracasos reproductivos.

El huevo fue rescatado de un nido en situación de riesgo localizado en el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, en enero pasado. Desde entonces, el embrión ha sido atendido en el Centro de Cría en Aislamiento Humano (Criah) de Zaragoza del Gobierno de Aragón, cuya gestión está encomendada a la FCQ, con la dirección científica de Juan Manuel Blanco. Allí, tras un delicado proceso de incubación, se ha producido la eclosión que ha dado lugar al nacimiento.

La técnica de incubación asistida individualizada está permitiendo salvar la vida de embriones e incluso neonatos de quebrantahuesos procedentes de nidos en situación de riesgo localizados en el Pirineo Central (muchos de ellos con puestas dobles). El 100% de los huevos rescatados vivos eclosionan con éxito. Los individuos son criados en aislamiento humano antes de ser liberados en el medio natural, donde el 82% sobreviven a su primer año de vida, el más difícil.

La metodología, que sólo se aplica en unidades reproductoras en las que se haya detectado un fracaso reproductivo continuado, está contemplada en el documento que define las bases para desarrollo del Programa de Conservación Ex Situ del Quebrantahuesos en España, aprobado por el Grupo de Trabajo del Quebrantahuesos, dependiente del Comité de Flora y Fauna Silvestres que coordina en el Ministerio para la Transición Ecológica.

El Programa establece las pautas de actuación ante parejas de quebrantahuesos de muy baja productividad y se apoya en unas directrices técnicas para la extracción del medio natural de huevos, pollos y ejemplares de la especie con destino a proyectos de reintroducción, elaboradas y aprobadas igualmente por el Grupo de Trabajo. El protocolo aplicado sobre estos fundamentos resulta altamente efectivo, ya que actuando sólo sobre el 3,84% de la población pirenaica de quebrantahuesos, se está consiguiendo elevar de manera significativa el éxito reproductivo de la especie y, por tanto, el número de ejemplares jóvenes que se incorporan a la naturaleza. Más aún, las unidades reproductoras que antes fracasaban sistemáticamente, ahora consiguen aportar nuevos ejemplares a la población gracias a esta técnica de conservación ex situ, lo que permite que su bagaje genético, hasta ahora poco representado, incremente la variabilidad en la población ibérica de esta especie.

El Gobierno de Aragón está colaborando con otras comunidades autónomas en la recuperación de antiguos núcleos extintos tales como Picos de Europa, Maestrazgo (Teruel y Castellón) y, próximamente, la Sierra de Gredos, lugares donde la especie se extinguió durante el pasado siglo XX. Esta estrategia de conservación pretende favorece la creación y asentamiento de un modelo metapoblacional, que rompa con el aislamiento y la excesiva concentración de la especie en el área pirenaica y fomente la conectividad con poblaciones formadas a partir de otros programas de conservación de la especie. Este escenario favorecería a medio plazo el intercambio de individuos y, muy probablemente, la movilidad de los ejemplares pirenaicos, aumentando con ello la variabilidad genética, al incorporar a la fracción reproductora efectiva ejemplares que hasta ahora tienen poca o nula aportación de descendientes al conjunto de la población ibérica de quebrantahuesos.

Actualmente en el Parque Nacional de Picos de Europa (Cordillera Cantábrica) vuelan 24 ejemplares que, en su inmensa mayoría, no hubieran llegado ni tan siquiera a nacer de haberse mantenido en los Pirineos, lo que sin duda es un gran avance en la recuperación global de esta especie amenazada.