“No hay que ser un profeta para adivinar que los efectos sobre la economía y el empleo, por lo menos a corto plazo, van a ser muy serios”. Así lo ha aventurado este miércoles el presidente de Aragón, Javier Lambán, tras reunir en su despecho a los responsables de las organizaciones empresariales y sindicales para tratar las consecuencias del coronavirus. Unos problemas, a su juicio, que se centrarán en materia de turismo y comercio.
Esta reunión de la Mesa del Diálogo Social se ha convocado para abordar de manera monográfica esta cuestión, desde la total confianza en el sistema público de salud. La principal conclusión que han tomado es que la coordinación entre todas las partes sea “permanente y cotidiana”. “En todo lo que tiene que ver con decisiones en FP, en actividades económicas, en gestión de casos en empresas, los empresarios y los sindicatos cuentan con la absoluta colaboración del gobierno para marcar criterios sanitarios y ayudarles”, ha resaltado Lambán.
Pero los cuidados no solo tendrán que producirse en las empresas, sino que el presidente aragonés también ha hecho un llamamiento a la ciudadanía a que asuma su “responsabilidad personal”. “Es importante que cada persona trate de prevenir la adquisición de la enfermedad y evitar conductas que puedan producir la enfermedad, como viajar lo menos posible o reducir la participación en actividades con aglomeraciones”, ha señalado.
Ante posibles contagios, los agentes económicos reconocen que no hay “respuestas generalizadas claras”, sino que habrá cuestiones “concretas” a cada caso. “Cada circunstancia que se produzca requerirá una respuesta y se tratará directamente con la administración sanitaria”, ha afirmado el líder del Ejecutivo autonómico.
En cuanto a posibles medidas como las que se están produciendo en otras comunidades como Madrid o La Rioja, la consejera de Sanidad, Pilar Ventura, ha destacado que las comunidades están en continuo contacto con el Ministerio, pero que cada territorio actúa en función de sus situaciones en cada momento, destacando que Aragón “está muy lejos” de tomar ese tipo de medidas. No obstante, también deja claro que “no podemos asegurar que no ocurra” en el futuro.
