Mi hija vive por y para sus estudios. A veces no me cabe en la cabeza que no se levante de su mesa de estudio en horas y todo el fin de semana. Tiene 20 años y pocas relaciones de amistad

En la etapa de la adolescencia nos encontramos con que hay personas a las que les supone un esfuerzo entablar relaciones sociales. El problema puede ir agravándose cuando se encierran cada vez más en sí mismos, empiezan a ocuparse en actividades solitarias y acaban perdiendo el contacto normal y diario con sus iguales.

Es importante, en primer lugar, averiguar cuál es el obstáculo que le impide tener vida social, si se trata de un alto nivel de exigencia y responsabilidad o, de otro modo, es un problema de timidez. Hay que valorar si el aislamiento actual de tu hija tiene una razón de ser, si es su comportamiento habitual o si se trata de un cambio repentino, pudiéndose tratar entonces de algo más serio y en este caso, habría que dar un espacio de tiempo para ver cómo evoluciona.

Háblale de la importancia del tiempo de ocio para despejar la mente. Considera, junto a ella, inscribirla en una nueva actividad donde pueda disfrutar, relacionarse y fomentar las interacciones sociales.

Mi consejo: Si continua en esta actitud solitaria, podría estar revelando un problema emocional o de conducta. Transmítele que puede contar contigo y juntas buscar soluciones, e incluso visitar a un profesional de la salud si fuera necesario.

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