Erasmus en Italia sienten tranquilidad frente al coronavirus y desmienten la histeria en España

Marta, Paula o Belén coinciden en que la situación es de absoluta normalidad, pero que muchos estudiantes han decidido volver por el miedo que sienten sus familias
photo_camera Marta, Paula o Belén coinciden en que la situación es de absoluta normalidad, pero que muchos estudiantes han decidido volver por el miedo que sienten sus familias

Estudiantes aragoneses que están realizando una estancia Erasmus en Italia cuentan cómo están viviendo la situación con el coronavirus. La decena de estudiantes con los que ha podido hablar este miércoles Aragón Press, coinciden en que hay normalidad absoluta y que la histeria entorno a la enfermedad es mayor en España que en las ciudades italianas. Eso sí, aseguran que hay cierto miedo debido a la incertidumbre y algunos han decidido coger un vuelo y regresar a España.

Belén Lahuerta, estudiante de Arquitectura y residente en Roma, prefiere volver a casa por prevención. “La incertidumbre es muy grande. Es muy probable que, de aquí a una semana, empiece a haber casos en Roma”.

En la capital italiana no han detectado ningún caso hasta el momento pero, según cuenta la estudiante, “la gente está más alterada de lo normal”. Esta misma mañana, cuando Belén se dirigía a clase en el metro cuenta que lo han paralizado durante unos minutos “porque alguien ha entrado justo cuando cerraban las puertas del vagón” e, inmediatamente, la gente “se ha puesto histérica y se intentaba tapar con la bufanda o el jersey”.

La gente en Roma sigue haciendo vida normal aunque sí que se aprecian menos turistas, según ha percibido la estudiante de arquitectura. A pesar de que en la capital no hay ningún afectado, Belén es una de las estudiantes que ha decidido volver a España “por miedo a que vaya a más y cierren fronteras con España”. Ella prefiere ver desde casa cómo evoluciona la situación antes de que suspendan las clases y desde ahí, “sola y sin mi familia”, no tenga nada que hacer.

Paula, que también es estudiante Erasmus en Roma, recién llegada a la capital italiana y envuelta en este fenómeno, asegura que “ante el bombardeo de información”, sintió miedo al principio. Sin embargo, ha preferido tomar una actitud tranquilizadora y “no dejarse influenciar por la gente alarmista”.

En su caso, Paula ha optado por “no envenenarse de la hipocondría”, según sus palabras, que tienen algunos de sus compañeros. Cuenta que los erasmus españoles, así como sus padres, están tomando medidas drásticas, “la mayoría de los padres están histéricos, les obligan a volver, les mandan mascarillas desde España y los llaman cuatro veces al día”.

Asegura que, en realidad, la situación es de absoluta normalidad. En su universidad han dejado que cada uno decida si asistir a clase o no. Eso sí, Paula explica que se dan situaciones excepcionales como recibir una clase por Skype debido a que el profesor se encontraba en Milán y no le permitían salir de casa. Pero insiste, “la vida en la calle es normal”.

Sin embargo, en el Norte de Italia la situación es diferente. Marta López, también estudiante de Arquitectura, reside en Ferrara, donde sí hay tres posibles casos de infección por coronavirus que están en observación. Las clases se han suspendido por prevención durante una semana y los estudiantes no podrán asistir hasta el día 1 de marzo. Además, han cerrado lugares públicos como las discotecas y las bibliotecas.

“De 20 personas que somos en mi grupo de amigos, nos hemos quedado cinco”, asegura Marta. Los padres de aquellos que han vuelto, les han obligado a comprarse los billetes “por miedo”, explica la estudiante, pero lo cierto es que “están totalmente desinformados”.

Marta asegura que “la situación no es para tanto” y que los medios de comunicación en España están generando una histeria exagerada que no se corresponde con la realidad que están viviendo en Italia. De ahí que muchos padres hayan insistido en que sus hijos regresen a casa, “los medios están creando miedo y aquí la situación, dentro de las circunstancias, es totalmente normal”.

La estudiante insiste en desmentir lo que muchos españoles piensan que está sucediendo en Italia porque “no han cancelado ningún vuelo como se dice en la televisión ni ninguna línea de tren hacia Milán”, asegura Marta, “la gente sigue yendo por la calle, sin mascarilla y los supermercados no están vacíos”. Ahí están tranquilos porque les han comunicado que “no es nada del otro mundo, simplemente debemos tener más higiene”, cuenta la estudiante.

Agotado el abastecimiento de productos de higiene

A pesar de que la vida diaria no haya cambiado para muchos italianos y la sensación de estas estudiantes sea de normalidad y tranquilidad, los supermercados y farmacias no dan abasto con la venta de productos para prevenir la infección.

El gel desinfectante y las mascarillas se agotan en los establecimientos de Italia debido a que su uso está muy extendido y son las dos pautas principales que han dado las autoridades para prevenir el contagio.

A pesar de la actitud que están tomando estas estudiantes, han tomado las precauciones necesarias. Paula, que insiste en no volver a casa por ser “una gripe más que afectará a personas mayores”, quiso anticiparse y se acercó al supermercado para comprar mascarillas y gel pero estaban agotados, así como en las farmacias. Lo único que han cambiado en su rutina es lavarse con más frecuencia las manos.

Comunicado de las autoridades italianas

En relación a los estudiantes Erasmus, la Agencia Nacional Italiana Indire ha emitido un comunicado en relación a la emergencia epidemiológica que invita a las instituciones y organizaciones interesadas a revisar la planificación y programación de actividades. Sin embargo, están a la espera de un comunicado oficial por parte de la Comisión Europea.

Las medidas generales publicadas por las autoridades italianas son, en primer lugar, aislar los municipios en los que se han confirmado casos (Codogno, Casapusterlengo, Castiglione d´Adda, Maleo, Fombio, Bertonico, Castelgerundo, Somaglia, San Fiorano, Terranova dei Passerini y Vo Euganeo), suponiendo la prohibición de acceso y salida así como la suspensión de servicios educativos.

En segundo lugar, la suspensión de las visitas didácticas y viajes escolares de estudiantes italianos por Italia y al extranjero, así como las actividades universitarias y centros de formación superior en las regiones de Lombardía, Véneto y Emilia-Romaña. Además, el municipio de Milán también ha suspendido todas las actividades docentes durante esta semana.