Un estudio de la UZ refleja la desigualdad de género en los puestos de liderazgo en investigación

El estudio incorpora también un análisis por macroáreas
photo_camera El estudio incorpora también un análisis por macroáreas

El número de investigadoras de la Universidad de Zaragoza se equipara al de los hombres, en una aparente igualdad que, sin embargo, no es real, ya que los puestos de responsabilidad y liderazgo en los grupos de trabajo están principalmente ocupados por hombres. Así lo revela el estudio de género en la I+D+i realizado por la Universidad de Zaragoza que, además, indica que solo hay una mujer entre los diez mejores investigadores del campus aragonés y ocho entre los cien investigadores que más fondos reciben.

El objetivo de este estudio es conocer los motivos por los que las mujeres no alcanzan mayores cotas de liderazgo en los proyectos de investigación, pero especialmente en los puestos de transferencia. Para su elaboración, se ha observado la evolución de las 10.087 personas que han formado parte de las áreas de investigación de la Universidad de Zaragoza entre 1985 y 2018, de las cuales 4.560 son mujeres y 5.227 hombres. Para ello, se ha consultado la base de datos de la institución en cuanto a publicaciones, contratos o cátedras, aunque también se han incluido aspectos relativos a la colaboración entre investigadores.

La vicerrectora de Transferencia e Innovación Tecnológica de la Universidad de Zaragoza, Pilar Zaragoza, ha explicado que “no deberíamos medir los parámetros a peso, sino analizar los datos de colaboración y liderazgo”. “Lo que analizamos en el estudio no es cuántas tenemos, sino qué posiciones y parámetros de calidad tienen las mujeres investigadoras en la Universidad”, ha completado, reconociendo a su vez que desde que se inició el estudio en la década de los 80 los porcentajes han mejorado, aunque muy levemente.

Esto se ha llevado a cabo ya que, durante la recopilación de los datos y su posterior análisis, se ha observado que algunos indicadores cuantitativos, tales como el número de personas, no son válidos para conocer la situación actual de las mujeres en la I+D+i, por lo que se han incluido otros indicadores como el número de Investigadoras Principales (IPs), mujeres autoras de artículos de excelencia, fondos captados en proyectos o contratos y la posición de centralidad y liderazgo de las mujeres en el sector.

En este sentido, el estudio arroja resultados muy negativos, ya que los grupos o comunidades tienen un marcado liderazgo masculino: de las 40 primeras comunidades en I+D+i en la Universidad de Zaragoza, solo seis están encabezadas por una mujer, y la primera de ellas ocupa la posición número 23. En cuanto a la centralidad (relevancia y conexión social) en actividades colaborativas, en estas 40 primeras comunidades solo se encuentran cuatro nombres de mujer, el primero de ellos en el puesto número 12.

En cuanto a los fondos, los resultados también reflejan una clara tendencia hacia el masculino, ya que estima que los hombres reciben hasta 2,5 veces más dinero que las mujeres. Esta diferencia se agudiza en la macroárea de Ingeniería y Arquitectura, donde el porcentaje de fondos captados por las mujeres está por debajo de lo esperado, con un 8,6%, mientras que la presencia de investigadoras en esta área es también bajo, del 28,28% -por ejemplo, la presencia femenina en la rama de Ciencias es de un 48%-. Este estudio se ha hecho extensivo a los institutos de investigación, arrojando resultados similares en proporción.

Líneas de futuro

Desde la institución afirman que la evolución en número de investigadores por género presenta una tendencia positiva hacia la igualdad, y que la autoría de publicaciones también avanza hacia la equiparación a medio plazo. Sin embargo, en el camino existen una serie de barreras, que surgen a la hora de analizar, por ejemplo, los parámetros de transferencia, ya que las mujeres obtienen la mitad de lo previsible, patentan menos y crean menos empresas. En los institutos de investigación, por su parte, la cantidad de dinero obtenida por mujeres es inferior al 5%.

“A la hora de realizar este estudio, nos motivó la situación de género en I+D+i y ver la evolución, de manera que pudiéramos modificar esta realidad y plantear políticas concretas que ayuden a mejorar esta situación”, ha manifestado Zaragoza. “A pesar de que la igualdad casi está conseguida en cuanto a número, existen desigualdades profundas en lo que es la actividad real, en indicadores no solo de cantidad sino también en aquellos relacionados con excelencia y con calidad. Debemos trabajar en esto para conseguir esa situación de igualdad real”, ha concluido.

En vistas de la situación actual, la Universidad de Zaragoza concluye que “ve necesario” emprender medidas para que la paridad en todos los parámetros analizados se alcance “en el menor plazo de tiempo posible”.