El oficio y la pizarra consolidan al Real Zaragoza en ascenso directo (3-1)

Suárez hacía el tercer gol y definitivo para los maños. Foto: Real Zaragoza
photo_camera Suárez hacía el tercer gol y definitivo para los maños. Foto: Real Zaragoza

Triunfo importantísimo del Real Zaragoza ante el Deportivo de La Coruña en una Romareda llena, que cree, y motivos tiene, en el máximo objetivo de la temporada. Un 3-1 para los de Víctor Fernández que se cimentó en el oficio, la calma y las jugadas a balón parado para cortar la racha de un rival que llegaba a tierras mañas tras ganar siete de sus últimas ocho batallas.

No podía ser más ofensivo el once de Víctor Fernández, dejando en el banquillo a Igbekeme para apostar por Burgui, Soro, Puado y el recuperado Luis Suárez en ataque. Es decir, iba con todo. Y la puesta en escena fue inmejorable. El Real Zaragoza encerraba en su campo al Deportivo y le sometía a varios balones parados. En el 5, Eguaras recibía tras un córner en la frontal, recortaba a su par y con un disparo lejano sorprendía a Dani para hacer el 1-0.

Pese a que parecía seguir dominando con tranquilidad, el mazazo llegaba en el 11. Centro lateral y, con algo de fortuna, Mollejo cazaba de cabeza la pelota para superar a Cristian y devolver las tablas al electrónico. El susto no terminó ahí y, dos más tarde, Bóveda obligaba al argentino a mandar a córner el esférico tras una buena contra gallega. El choque estaba loco tras el 1-1 y en una jugada calcada al tanto local, Guti sería el que probaría a Dani, quien sí acertaría en esta ocasión a detener sobre la línea.

El correcalles no acabaría ahí. Clemente estuvo a punto de marcar un autogol tras un centro desde la banda que se estrellaba contra el lateral de la red. Todo esto sin alcanzar el ecuador de la primera mitad. Pareció llegar algo más de calma tras la locura, conscientes ambas escuadras de que ese ritmo sería imposible de soportar. Y de nuevo llegaría la alegría a las gradas de La Romareda. Tras otra jugada ensayada, Eguaras ponía un centro medido a Pichu Atienza, quien cabeceaba con violencia al fondo de las mallas para poner el 2-1 en el 32.

Lejos de venirse abajo, el Deportivo daría un paso adelante. Y a punto estaba de igualar por medio de Aketxe, el mejor lanzador de faltas de la categoría, con un disparo desde 30 metros que besaba el larguero de Cristian antes de marcharse fuera. Era la última de una primera mitad de contrastes, en la que el Real Zaragoza había tenido menos control del habitual y deseado, pero caminaba por delante en el electrónico.

Segunda parte

El susto inicial lo ponía en el cuerpo Gaku, con una volea a la media vuelta que se marchaba cerca del poste derecho de Cristian. Para tratar de incrementar el equilibrio del equipo y ayudar a Clemente con amarilla, entraba Igbekeme por Soro en el 52. Era momento de contemporizar y ofrecer menos espacios y riesgos de los asumidos en los primeros 45 minutos.

Una gran noticia llegó poco después, en el 60. López Toca señalaba a Gaku el camino de los vestuarios tras cortar una contra a Burgui, muy habilidoso, en lo que suponía su segunda amarilla. Pero la mejor tendría lugar poco después. Suárez peleaba lo que sólo pelea él, con su fe, arrebatando a Peru la pelota en un balón con ventaja para el central y batiendo a Dani por debajo de las piernas. 3-1 y en superioridad numérica.

Ahí, el Real Zaragoza tenía que actuar con inteligencia, amasar la pelota, no arriesgar y que el tiempo transcurriera con la balanza a su favor. Lógicamente el Deportivo se iría arriba y dejaría espacios para las contras mañas, faltando sólo acertar con el último pase. Tras una buena jugada combinada podía haber sentenciado Suárez, tras un gran pase atrás de Burgui, pero el disparo se marchaba desviado por centímetros. Era la última del cafetero, que se marchaba con La Romareda en pie para dejar su sitio a Álex Blanco en el 75. Los cambios los quemaba Víctor con la entrada de Linares en lugar de Burgui, en una gran segunda mitad del recién incorporado a la plantilla.

Se volcaba el Deportivo y entre Atienza y El Yamiq se tenían que agigantar para evitar sufrimientos innecesarios en la recta final. Y lo lograron. El Real Zaragoza durmió el encuentro hasta agotar a los gallegos, cosechando una nueva victoria, por 3-1, que confirma el sobresaliente 2020 de los de Víctor Fernández. Y que consolida a los blanquillos en el sueño del ascenso directo.

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