El Teruel más medieval revive el desenlace de la leyenda de amor más trágica de la historia

La celebración de las Bodas de Teruel sigue consagrándose como uno de los eventos más destacados en el calendario aragonés
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Dícese del amor que no es posible morir de él, pero fue tal y como se llevó la muerte a Diego de Marcilla. Según cuenta la leyenda, Isabel de Segura, fiel a su condición de mujer en matrimonio, negó su beso a Diego, provocándole a este un repentino fallecimiento. Es la desgarradora historia de los amantes de Teruel, cuya representación ha vuelto, un año más, a cautivar al mundo. Este sábado, entre oriundos y turistas, miles de personas han vivido en primera persona el reencuentro más esperado del año, además, en un fin de semana en el que la primavera ha querido engalanar con su presencia a todos los presentes.

La ciudad de Teruel ha vuelto a convertirse en auténtica villa medieval, para presenciar el desenlace de una de más hermosas historias de amor jamás contadas. La expectación ha sido máxima desde el momento en que Diego de Marcilla llegaba a la capital turolense, abriéndose paso entre las tropas aragonesas. Llegaría poco después el reencuentro con la familia en la Plaza de la Catedral, previo a la petición del beso. Un beso que jamás se produciría y, que envuelto en la más profunda congoja y desconsuelo, llevarían al joven Diego a encontrarse con la muerte. Un beso que tan solo llegaría tras un inconsolable lamento de Isabel que le provocaría allí mismo también la muerte. Junto a su amante.

La celebración de las Bodas de Teruel sigue consagrándose como uno de los eventos más destacados en el calendario aragonés. La afluencia de público aumenta cada año de manera progresiva, para participar en todas las actividades que tienen lugar este fin de semana en la ciudad. Así, este sábado, a primera hora de la mañana arrancaba la jornada la apertura del mercado medieval, y, a compás de la melodía más medieval, Teruel era testigo de las mejores exhibiciones gastronómicas de la época, amenizadas con la representación de los llamados juegos de guerra.

Muchas han sido las escenas que se han representado a lo largo del día, destacando, en especial, la del Conciliábulo o la disputa de las monjas de Sijena. De cara a la tarde, y tras el torneo en honor al Rey Jaime I, Teruel se preparaba para presenciar las danzas medievales o los clásicos cotilleos a la novia en la Plaza del Torico. Poco después, llegaría el desenlace que separaría a los amantes para toda la eternidad.