La DPZ edita un documental con testimonios de algunos de los últimos niños del Hogar Pignatelli

El origen de este establecimiento benéfico está en la Casa de Misericordia de Zaragoza, que se creó en 1666
photo_camera El origen de este establecimiento benéfico está en la Casa de Misericordia de Zaragoza, que se creó en 1666

La Diputación de Zaragoza ha editado un documental con los testimonios de algunos de los últimos niños y niñas atendidos en el Hogar Pignatelli, el antiguo hospicio de Zaragoza, que desde el siglo XIX hasta su desaparición en los años ochenta dependió de la institución provincial. “El Hogar Pignatelli, la Casa” es un audiovisual de 30 minutos realizado por Marta Horno que recoge los recuerdos de algunas personas que vivieron y se formaron allí. Fue encargado por la DPZ para incorporarlo a su archivo y asegurarse así de que esas vivencias no se pierdan.

“La idea surgió hace un tiempo, cuando supimos que la asociación de antiguos alumnos del Hogar Pignatelli iba a cerrarse porque sus miembros eran ya muy mayores”, explica la diputada delegada de Archivos y Bibliotecas de la DPZ, Mercedes Trébol. “Desde el archivo se pensó que era una pena que esos recuerdos fueran desapareciendo, así que decidimos grabar a algunos de esos antiguos alumnos para incorporar sus testimonios a los fondos audiovisuales que conserva la Diputación de Zaragoza”.

Trébol destaca que el resultado es un documental “muy emotivo” en el que distintos miembros de la asociación de antiguos alumnos dan “su visión y su versión” de cómo era el día a día en el Hogar Pignatelli. “Por la Casa, como la llamaban ellos, pasaron cientos y cientos de niños y niñas sin recursos que recibieron una educación y aprendieron un oficio. Una institución así forma parte de la historia de Zaragoza, no podíamos dejar que la voz de esas personas cayera en el olvido”, subraya la diputada, para quien este audiovisual es también “un homenaje” a los niños del Hogar Pignatelli. “Para ellos la Diputación de Zaragoza siempre será de alguna forma su casa”, señala.

El origen de este establecimiento benéfico está en la Casa de Misericordia de Zaragoza, que se creó en 1666. Hasta 1935 se denominó Hospicio de Zaragoza, y a partir de esa fecha pasó a llamarse Hogar Pignatelli en recuerdo de su benefactor, Ramón de Pignatelli. “Desde el siglo XIX hasta su desaparición en los años ochenta, el Hogar Pignatelli dependió de la Diputación de Zaragoza”, explica la jefa de la sección de Archivos de la DPZ, Alicia Sánchez, quien también recuerda que hasta 1971 este establecimiento benéfico estuvo en el edificio que hoy es la sede del Gobierno de Aragón. “A partir de ese año el Hogar Pignatelli se trasladó a unas nuevas instalaciones situadas en el Alto de Carabinas y pasó a llamarse Ciudad Escolar Pignatelli”, detalla Sánchez.

En el Hogar Pignatelli, los niños estaban escolarizados y aprendían un oficio en talleres como los de albañilería, sastrería, electricidad, fontanería, imprenta… “Algunos, los más cualificados, iban a la Universidad. Además, había muchas actividades fuera del ámbito puramente escolar, como la banda provincial de música, y también se daba mucha importancia al deporte”, comenta Sánchez.

Presentación a los antiguos alumnos

El documental “El Hogar Pignatelli, la Casa” fue presentado con una proyección a la que asistieron tanto los protagonistas que han dado sus testimonios como sus familias y otros antiguos alumnos de la institución. El acto tuvo lugar en el antiguo salón de plenos de la Diputación de Zaragoza y estuvo presidido por la diputada de Archivos y Bibliotecas.