Aragón se ha afianzado durante la última campaña como referente nacional y mundial del cultivo de alfalfa deshidratada, con una producción que ha llegado a las 750.000 toneladas. Se trata de una cifra ligeramente superior a la mitad del conjunto nacional, 1,4 millones, y muy por encima de Cataluña, con 250.000 toneladas. En global, el valle del Ebro produce el 80% de la alfalfa del país más productor del mundo.
Dada su trascendencia a nivel mundial, Zaragoza albergará el próximo martes 11 la I Jornada Española del Cultivo de la Alfalfa, que reunirá a expertos, agricultores y productores del sector. Su objetivo es transmitir las ventajas del producto y fomentarlo como fuente de proteína, así como visibilizar las últimas tendencias del sector.
No en vano, la Comunidad, con más de 57.500 hectáreas dedicadas a la alfalfa, reúne las condiciones idóneas para liderar su producción. El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada (AEFA), Francisco Tabuenca, ha resaltado la “tradición ancestral” de este cultivo en el valle del Ebro. “El tipo de suelos tiene un buen comportamiento y el clima favorece su crecimiento. Tenemos altas temperaturas en verano y fuertes vientos que anticipan el secado”, ha explicado.
Además, desde el sector se reivindican como generadora de empleo cerca del territorio, con más de 2.000 puestos de trabajo en Aragón, la mitad del país. “Nuestro modelo de negocio, frente a la industria de otros países como EEUU, tiene que estar en el territorio. Aseguramos que no exista despoblación y aseguramos el relevo generacional. Es una industria consolidada”, ha mantenido Tabuenca, recordando que España es el primer productor mundial y el segundo exportador, solo por detrás de Estados Unidos.
Asimismo, el consejero de Agricultura, Joaquín Olona, que será el encargado de clausurar la jornada, también ha promovido a la alfalfa como un producto al que “es difícil encontrar un inconveniente”. “Ofrece proteína vegetal, que va a estar en alza. Fija nitrógeno e interviene en otro aspecto muy importante en la nueva PAC, como la rotación de cultivos. Contribuye a muchos objetivos ambientales como la reducción de productos fitosanitarios y la lucha contra las plagas”, ha valorado.
