La UZ desarrolla junto con otras 30 entidades tratamientos pioneros contra la tuberculosis

El proyecto ERA4TB cuenta con un presupuesto total de aproximadamente 200 millones de euros
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La Universidad de Zaragoza y la Fundación Araid (Agencia Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo) se encuentran embarcadas en un proyecto pionero que tiene como objetivo desarrollar nuevos tratamientos en la lucha contra la tuberculosis. Recibe el nombre de ERA4TB y está formado por socios de todo el mundo. Esta enfermedad se trata gracias a la combinación de distintos antibióticos, y la adecuación de las instalaciones de la facultad de Medicina permitirá estudiar estas combinaciones de manera paralela y agilizar los procesos de estudio.

“Tratamos de desarrollar nuevas combinaciones de fármacos para tratar la tuberculosis ya que no se puede tratar con un solo antibiótico, por lo que hay que averiguar qué combinaciones son las más óptimas”, ha explicado el investigador de la Fundación Araid, Santiago Ramón-García, algo que “es una tarea complicada: tratar de encontrar algo in vitro y llevarlo luego a la clínica”.

En palabras de Ramón-García, los tratamientos actuales son muy largos -combinan cuatro antibióticos a lo largo de seis meses- y, además, generan resistencias que hacen necesario utilizar antibióticos “de segunda línea, más tóxicos y con una aplicación más larga”. “La idea es que sirva para todo, solo necesitas saber que es tuberculosis”, y puede servir para todos los enfermos desde el día en que se detecta la enfermedad.

Según ha manifestado el investigador, se trata de “amalgamar toda la experiencia” de los socios para “progresar moléculas en fase I y probar que no son tóxicas, para después combinarlas en ensayos de fase II”. El proyecto, según ha avanzado, está ideado para seis años, algo “muy rápido”, si se tiene en cuenta que el desarrollo completo de un fármaco dura entre diez y veinte.

Esto se realizará gracias a unos biorreactores formados por unos cartuchos cilíndricos, de entre 15 y 20 centímetros de largo y entre 3 y 5 de grosor, en los que se prepara un cultivo de tuberculosis. El interior de estos cartuchos está compuesto por miles de microtubos por los que circula el fluido con los antibióticos que se estén ensayando como posibles fármacos contra la enfermedad, de modo que estos antibióticos pueden entrar en contacto con las bacterias del cartucho. Según ha avanzado el investigador de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Aínsa, al principio se comenzará con una capacidad para entre cuatro y ocho biorreactores, y se espera que lleguen a 32 cuando se funcione a pleno rendimiento.

Esta tecnología, según ha explicado Aínsa, permite imitar “in vitro” la exposición de los antibióticos en humanos y monitorizar a lo largo del tiempo el efecto que ejercen sobre las bacterias, de forma que se obtienen parámetros que, posteriormente, resultan de gran utilidad para el diseño de los ensayos clínicos en humanos, ayudando a definir las combinaciones de antibióticos y las pautas y dosis de administración a los pacientes.

Adecuación de instalaciones en la facultad de Medicina

El proyecto ERA4TB cuenta con un presupuesto total de aproximadamente 200 millones de euros, la mayor financiación concedida por la Unión Europea. Asimismo, la facultad de Medicina albergará una instalación única para una institución pública en el continente, para lo que la Universidad de Zaragoza ha concedido una dotación presupuestaria de alrededor de 4,2 millones de euros, la mayor de la institución para un proyecto único.

Esta financiación se materializará en las instalaciones de seguridad biológica de nivel 3, que puedan acoger el biorreactor. Con el montante, se adecuarán y equiparán laboratorios destinados hasta ahora a otros usos, se adquirirá material específico y se contratará a un amplio equipo de investigadores durante cinco años, con lo que se espera que dicha tecnología pueda funcionar a pleno rendimiento a mediados de 2021. De esta manera, la facultad cuadruplicará la superficie destinada actualmente a niveles de seguridad biológico de tipo 3.

Además, Aínsa ha subrayado que la instalación podrá utilizarse para investigar en torno a otras enfermedades como el cáncer, a la par que ha señalado que está concebida bajo la idea de la sostenibilidad, de modo que “perdure más allá del proyecto”, puesto que “no dejará de ser un laboratorio con seguridad de nivel 3 que podrá dedicarse a otros usos”.

En este sentido, el rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, ha destacado que la institución “lleva años siendo influyente en varias líneas de investigación”, a la par que ha señalado que “aquí hay talento, pero el talento tiene que sentirse cómodo”. “Se mejora atrayendo talento y teniendo instalaciones para que la UZ pueda subir en los ránkings. Es lo que te consolida”, ha puntualizad, señalando que “cuando se conjuga todo, se logran este tipo de cosas. Hoy es un día de enorme satisfacción”.

La presentación del proyecto ha contado también con la presencia de la consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento del Gobierno de Aragón, Maru Díaz, que ha resaltado también el “talento a raudales” y la “capacidad de captación” de proyectos europeos que tiene la Comunidad, con los que Aragón se coloca “a la vanguardia de Europa y del mundo”.