Aumenta la preocupación entre los directivos aragoneses en materia laboral y fiscal

La mayor preocupación se manifiesta por la reforma laboral y por las medidas sobre fiscalidad
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El Indicador de Opinión presentado por ADEA con respecto al segundo semestre de 2019 demuestra que la preocupación de los directivos aragoneses va en aumento debido a la actual coyuntura político-económica. La salida de Reino Unido de la Unión Europea, las posibles modificaciones de la reforma laboral que pueda ejecutar el nuevo gobierno y las trabas a una fiscalidad favorable para la instalación de empresas son las principales inquietudes entre las empresas aragonesas.

El informe muestra un claro aumento de la preocupación de los directivos en cuanto a la evolución de la plantilla y la productividad. En concreto en 2019, era un 3,45% los que opinaban que la situación empeoraba. En 2020, esta cifra se ha duplicado hasta el 6,42% que consideran que el nivel de productividad de las empresas, sobre todo del sector servicios e industrial, está cayendo.

En cuanto al comercio exterior, en materia de exportaciones, ha aumentado alrededor de un 5% la visión negativa de los directivos pasando de un 5,20% en el año 2019, a un 10,56% en este 2020.

En las importaciones también hay una sensación de empeoramiento por parte de las empresas aragonesas. Un 6,50% consideraba como “mala” la situación del sector, mientras que en 2020, la cifra aumenta hasta un 10,37%.

En lo que se refiere a facilidades para obtener financiación, sobre todo en el sector inmobiliario, las perspectivas de los encuestados apuntan a la estabilidad, siendo este porcentaje de un 59,6%. En comparación al mismo periodo del año anterior, esta estimación se reduce en 17 puntos, agravando la visión negativa de los empresarios.

Aumenta la desconfianza y la sensación de empeoramiento entre las empresas aragonesas en cuanto a las ventas en el mercado interior. En el año 2019, un 5,16% consideraba desfavorable la situación mientras que en 2020 la cifra crece levemente situándose en un 6,07%. Este incremento tendría su razón en la actual situación política catalana, ya que Aragón y Cataluña son principales socios comerciales, siendo Aragón el principal comprador del mercado catalán.

Pese a esto, la mayoría de los directivos creen que la situación en general se mantiene estable, siendo un 72,03% quienes consideran que apenas se han producido cambios negativos ni positivos en los diferentes indicadores.

“Las tendencias empiezan a cambiar, sobre todo en la visión negativa y la desconfianza de los empresarios. El porcentaje de directivos que opina que la situación empeora no es elevado, pero sí se ha duplicado con respecto al semestre anterior”, ha detallado el presidente de ADEA, Salvador Arenere.

El aumento de la preocupación y de la desconfianza de los directivos en los diversos indicadores surge ante las medidas económicas que se anuncian. Las impresiones del indicador para el próximo semestre reflejan estas inquietudes con estimaciones de menor inversión y empleo.

“La mayor preocupación se manifiesta por la reforma laboral, que hoy en día se está barajando, que supone un instrumento para la creación de empleo o para la descreación, según sea el caso”, ha explicado el secretario general de ADEA, José Guillén.

La elevación de la fiscalidad para incrementar el gasto es otra de las razones que merman la confianza de los empresarios ya que se pone en riesgo la competitividad mejorada en los últimos años. Además, la situación actual de desaceleración, con reducción de ingresos, no aporta una visión de futuro positiva para los directivos.

Otro de los motivos que reducen la seguridad y la esperanza de las empresas aragonesas es el Brexit. Ante la situación de desconocimiento y desconcierto, los directivos no visionan un futuro favorable en cuanto a la relación con Reino Unido y las empresas más afectadas serán las que mantienen una importante conexión comercial con el país ya que el sector del turismo y las exportaciones son las dos grandes palancas de Aragón.