"Corteo” protagoniza la vuelta del Circo del Sol a Zaragoza bajo la imaginación de un payaso

El Pabellón Príncipe Felipe acogerá la función hasta el próximo domingo 26 de enero. Foto: Corteo
photo_camera El Pabellón Príncipe Felipe acogerá la función hasta el próximo domingo 26 de enero. Foto: Corteo

Un payaso ha llegado a la ciudad. Mauro, cuyo oficio es hacer reír a las personas, despierta en un viaje onírico que le guía directamente a su funeral. Ante el peor de los presagios, se da cuenta que la tragedia de su muerte no es más que una comedia, en donde la magia y la realidad se confunden a través de sus recuerdos bajo los focos del escenario y la imagen de su velatorio. La felicidad de una vida intensa ante el inevitable fin de su carrera.

Es la trama principal de “Corteo” (cortejo en italiano), la obra que culmina el esperado regreso del Circo del Sol a Zaragoza. Tras cuatro años desde su última visita con “Varekai”, la compañía regresa con esta tragicomedia que contrapone la fuerza y la fragilidad del payaso, la perfección con la imperfección, su sabiduría y su amabilidad.

Bajo la dirección de Daniele Finzi, el espectáculo se guía por el ritmo que marca el batería brasileño Álex Reis, aunque, reconoce, “a veces seguimos a los actores”, pero en general todos siguen su percusión, que dicta la velocidad y el desarrollo de las actuaciones. Un complejo proceso de sincronización para el que entrenan todos los días desde primera hora de la mañana.

“Cada día hay ensayos de acróbatas desde las 11.00 horas de la mañana hasta el comienzo del espectáculo”, ha manifestado el autor de la obra y actor principal, Mauro Mozzani. Ante la proliferación de payasos tenebrosos en la gran pantalla, como el Joker o It, Mozzani tranquiliza al público con un maquillaje “no tan fuerte” que deja al descubierto las emociones de un personaje divertido y empático.

A los platos de Reis le acompaña la voz de David Repullés, un antiguo diseñador gráfico que siempre había cantado en coros y bandas tributo y hace escaso medio año surgió su oportunidad. A pesar de realizar las audiciones en 2017, el Circo del Sol cambió por completo su vida el año pasado y ahora recorre el mundo entero con Mauro y el resto de los 52 actores de 18 nacionalidades.

La magia de la puesta en escena nace del vestuario, donde el resto de la plantilla de “Corteo” ultima los detalles de la indumentaria y el maquillaje de los actores. Un proceso complejo pero necesario para entrelazar la ficción y la realidad, que conlleva hasta una hora de maquillaje y cientos de prendas, desde botas para gigantes hasta un arcoíris de vestidos.

Como ya parece tradición, el Pabellón Príncipe Felipe acogerá la función hasta el próximo domingo 26 de enero, en el que el público aragonés quedará hechizado por las actuaciones de “Corteo”.