Tradime se opone a la utilización de megacamiones y dúotrailers por suponer riesgo en las carreteras

Las carreteras aragonesas están viviendo una revolución en el transporte
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El sector de la logística está de enhorabuena desde que en 2016 se formalizó el uso de los megacamiones para el transporte discrecional. Estos vehículos articulados miden hasta 25 metros y permiten transportar mayor carga en cada trayecto. Ahora es el turno de los dúotrailers, camiones de casi 32 metros y 70 toneladas de capacidad, que auguran un futuro prometedor en reducción de costes y emisiones y que se encuentran en fase de pruebas desde hace dos años.

Las carreteras aragonesas están viviendo una revolución en el transporte y los operadores logísticos y empresas vinculadas al sector celebran que Aragón sea de las comunidades que más está apostando por esta nueva forma de traslado de mercancías, con la concesión de entre 200 y 300 permisos mensuales, por delante del País Vasco.

Sin embargo, la Asociación Empresarial de Transportes Discrecionales de Mercancías de Aragón (Tradime) se queja de que se está incurriendo en un grave error al considerar solo las bondades de este tipo de camiones. Si bien es cierto que se aumenta la competitividad y la productividad, esto se hace a costa del conductor “que sufre mayor desgaste y acumula mayor cansancio que uno de un camión normal”. Además, consideran inoportuno tildar de “seguro” este transporte “porque es imposible que sea más seguro un vehículo 9 metros más largo”.

Para los transportistas, los megacamiones o megatrucks suponen un riesgo porque incumplen la Ley de Seguridad Vial, multiplican las posibilidades de “tijeras” en caso de accidente, tienen dificultad de maniobra en caso de emergencia y es costoso retirarlos de la vía para que vuelva a ser practicable, dificultan la visibilidad de otros vehículos en las rotondas y, aunque su velocidad está limitada a 80 kilómetros por hora, suelen superarla y no están convenientemente señalizados con pilotos flash.

Aunque prometen ser más ecológicos al llevar más carga en cada viaje -reduciendo así el número de viajes-, este argumento se diluye a la luz del importante aumento del consumo en un megacamión. Según datos de Tradime, “si la capacidad de carga en un megacamión aumenta en un 60%, el consumo de combustible lo hace en un 75%”. La emisión en un megacamión se calcula en 2,65 kilógramos de CO2 por cada litro de gasoil quemado. Anualmente, un tráiler a plena carga emite 110.240 kilógramos y un Mega, 189.475. Esto son 327 kilógramos más al año y 30.000 litros más de combustible que un tráiler ordinario.

Tradime se reitera en su oposición a estos vehículos que mejoran la competitividad “a base de estrujar más los recursos disponibles de la empresa, incluidos los medios humanos”. Critican que se esté intentando “vender” la idea del dúotrailer que, pese a no estar todavía legalizado, lleva circulando en pruebas dos años, tiempo que consideran suficiente para publicar los datos del estudio.

Tampoco entienden que el 65% de las licencias de megacamiones en los primeros años se estén emitiendo en Aragón, y consideran que el dato debería, como mínimo, “llamar la atención en el resto de España”.

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