Antonio Flamenco: "No hay ninguna posibilidad de que Frutos Secos El Rincón o Martín Martín desaparezcan"

Flamenco fue galardonado con el premio ADEA a Directivo de Aragón en noviembre
photo_camera Flamenco fue galardonado con el premio ADEA a Directivo de Aragón en noviembre

El comercio aragonés dio un vuelco en junio de 2018 con la fusión entre dos grandes representantes de la repostería, panadería y los frutos secos. El Rincón adquirió Martín Martín y creó el grupo Flamen&Co, con más de mil trabajadores y 150 establecimientos. Ahora, año y medio después, su director general, Antonio Flamenco, cree que ha supuesto un “salto cualitativo” importante.

Tras asentar toda la estructura organizativa, Flamenco se ha propuesto para 2020 la apertura de ocho tiendas, la mayoría fuera de Zaragoza, y con el foco puesto en Logroño y Lérida. No obstante, el director general del grupo ha querido dejar claro que la fusión no afectará a ninguna de las dos marcas, Frutos Secos El Rincón y Martín Martín, que seguirán abriendo tiendas en función de los estudios de mercado de cada zona.

Pregunta.- ¿Qué supone haber recibido el premio ADEA al Empresario de Aragón?
Respuesta.- Dentro del día a día de tu trabajo, es una satisfacción. Supone un reconocimiento, más que a tu trabajo, al de tu gente, tus equipos, que están haciendo muchas cosas bien, y el que representa a todos ellos soy yo. Realmente, cuando un directivo tiene éxito es siempre porque su equipo lo está haciendo muy bien y está consiguiendo éxitos que un directivo solo nunca conseguiría.

P.- Tras casi 40 años de experiencia en el mundo es un gran reconocimiento a una trayectoria.
R.- Llevamos 38 años. Empezamos con una tienda de flores de 20 metros cuadrados. Haber llegado a crecer y tener nuestro propio grupo de empresas con 154 tiendas te llena de satisfacción. Tampoco me lo esperaba, porque había gente muy válida con muchísimos méritos, pero lo recibimos y nos pusimos muy contentos.

P.- E imagino que un espaldarazo a todo el trabajo realizado en las empresas del grupo.
R.- Hemos dado un salto cuantitativo importante. Habernos unido a Martín Martín, haber hecho un grupo, que ya tiene otra percepción de cara al mundo, y estar trabajando como grupo nos ha dado un espaldarazo importante a la imagen que podemos tener de cara a la sociedad, a las empresas y a todo el mundo.

Flamenco, con Arenere y Aliaga, en la convención de directivos ADEA

P.- ¿Qué balance hace tras año y medio de fusión entre Frutos Secos El Rincón y Martín Martín?
R.- Ha sido muy duro, un año y medio muy complicado, con mucho trabajo, pero ahora cuando haces resumen de todo lo que has hecho te das cuenta de que hemos conseguido hitos muy importantes. Hemos conseguido fusionar administración, recursos humanos, informática, obras y proyectos, almacenes… Hemos avanzado mucho. Siempre nos quedan mejoras, porque no hay empresa que no tenga que mejorar todos los días, pero hemos hecho mucho en este año y medio.

P.- ¿Qué ha cambiado en este tiempo en el día a día?
R.- Tienes que estar con una visión más amplia de todo lo que pasa en tu grupo de empresas. Hay que coordinar mucho lo que cada uno necesita y quiere, e ir tomando decisiones de qué es lo mejor para el grupo cuando antes era para una empresa. Ahora tienes que pensar qué es lo mejor para todo el grupo.

P.- Cuando anunciaron esta fusión, dijeron que iban a mantener las dos marcas con sus filosofías. ¿Se han planteado esta cuestión o van a seguir manteniendo las marcas?
R.- Vamos a seguir manteniendo las dos marcas. Seguiremos abriendo tiendas de Martín Martín y de El Rincón. No vamos a cerrar tiendas. Posiblemente sea una de las pocas fusiones de este tamaño donde no hay despidos, sino que se crea empleo y seguimos creciendo. No hay ninguna posibilidad de que una de las dos marcas desaparezca en un futuro a larguísimo plazo.

P.- ¿Qué diferencia a cada una de las dos marcas?
R.- Yo creo que El Rincón está más especializada en frutos secos y en impulso, y Martín Martín es especializada en encurtidos y conservas y es más de barrio, más tradicional, dentro de la modernidad. Quizá va más dirigida al ama de casa en muchos casos, y el Rincón, más al impulso, aunque las dos hacen de todo. Hay muchas zonas en las que están las dos tiendas juntas. Una parte de nuestro éxito es que hemos creado tiendas que pueden estar en cualquier sitio, en calle Alfonso, en el barrio Oliver, Torrero o Delicias. Si no, nuestro segmento hubiera sido muy corto. Zaragoza es muy grande, pero no da para tanto. Ahora tenemos unas 110 tiendas en Zaragoza, y podemos estar casi en cualquier calle de Zaragoza.

P.- ¿En qué estado se encuentra la expansión nacional que tenían prevista tras la fusión?
R.- Hemos abierto este año en Huesca (El Rincón) y en Lérida (Martín Martín). Es verdad que este año queríamos haber hecho una expansión mayor, pero hemos estado más pendientes de la parte interna. Era fundamental reforzar nuestra compañía y hacernos más fuertes antes de seguir saliendo. Nuestra intención es que este año podamos abrir ocho tiendas, y la mayoría deberían ser fuera de Zaragoza, donde nos quedan muy poquitos sitios.

P.- Porque la mayor parte del trabajo se habrá centrado en aspectos que no ve el cliente, como logística o producción.
R.- Ahí ha sido donde más hemos tenido que trabajar este año y medio. Hemos tenido que hacer oficinas nuevas para todo el mundo y todas las empresas. Hemos trasladado el almacén de Cogullada a Malpica, que era donde lo tenía Martín Martín, y lo hemos ampliado. Ha habido que hacer todo ese trabajo interno que te permite que hoy seamos un grupo mucho más fuerte de lo que éramos hace un año. Estamos más preparados para poder seguir creciendo y atendiendo al cliente.

P.- ¿Cómo prevén cerrar el año, el primero completo tras la fusión?
R.- En los dos casos ha sido un buen año. Para los tres, porque también tenemos Tostados de Calidad, que vende a tiendas, bares y supermercados. Ha sido un año positivo en ventas, no para tirar cohetes, pero hemos vendido más que el año pasado, que es muy importante.

Para Flamenco, la fusión entre El Rincón y Martín Martín ha supuesto un “salto cualitativo” para el grupo

P.- Dentro de esas ocho tiendas que prevén abrir el próximo año, ¿esperan llegar a nuevas ciudades?
R.- Creo que llegaremos a Logroño, que es una ciudad que tenemos cerca y no hemos tocado. Queremos crecer en Lérida, porque es muy atractiva y ya tenemos tres tiendas. A Logroño la tenemos cerca, su habitante viene mucho a Zaragoza, y nuestras marcas ya son reconocidas allí. Tenemos un campo para poder hacer cosas allí.

P.- ¿Y en Madrid?
R.- En Madrid tenemos once tiendas entre las dos marcas, y seguiremos abriendo. Es una ciudad difícil, porque las costumbres son otras y los locales son carísimos. Es un precio desorbitado para lo que nosotros vendemos, que son cosas de poco valor. Un alquiler tan alto es complicado, pero estamos buscando.

P.- ¿Cómo se va a traducir estos planes en la plantilla?
R.- Cada tienda pueden ser aproximadamente seis personas más, es decir, hablaríamos de 48 personas solo en tiendas, más luego lo que pueda suponer en almacén. En estos momentos, en el grupo tenemos 1.082 personas, que ya es un número considerable para una empresa aragonesa, de capital aragonés y de propiedad aragonesa. El personal es importante y seguiremos creciendo, porque nuestro negocio se basa en personas.

P.- Quería acabar preguntando por innovación, ¿cómo se puede innovar en unos productos tan concretos?
R.- Ahora mismo hay dos cosas que tenemos que hacer en tiendas y en fábrica. En fábrica, sobre todo, los sabores, de todos tipos y colores, que eran impensables hace dos años y ahora te puedes encontrar sabores de cualquier tipo. Hemos sacado una patata de sabor fuet y otra de migas con chorizo. La gente lo busca. Y en las tiendas hay que hacer cosas distintas de cara al cliente, promociones distintas, cosas atractivas, seguir siendo muy buenos atendiendo al cliente y siendo muy amables. Nuestro camino es tener una relación personal con cada uno de nuestros clientes.

P.- ¿Ese concepto de tienda-cafetería también sería un camino?
R.- Sí. Hemos hecho ya tres pruebas, estamos todavía testando cómo va a ser el futuro de ese negocio. Las hemos hecho muy distintas. Hay dos que son grandes, pero una que hemos hecho en Las Fuentes más pequeñita, más para barrio. Funcionan bien y tienen mucha gente. También es más complicada de llevar, porque necesita mucha atención y más personal del que normalmente necesitamos. Estamos probando cosas. No queda otra.