El zaragozano Diego Morteo recibió un día la llamada de la Policía Local informando de que su hija, con diversidad funcional, había sufrido un ataque epiléptico. Ella llevaba una nota explicando sus problemas médicos y un teléfono de contacto. El suceso le llevó a idear una pulsera para que mediante un código QR cualquier persona con un teléfono móvil pueda acceder a información médica y de contacto que hay insertados en una base de datos.
El mensaje que llevaba su hija en la mochila era: “Hola, soy Luciana, si estás leyendo esto, es que me he descompuesto. Soy epiléptica y tengo un retraso, no sé correctamente mis datos. Por favor, llame a mi familia para avisarles…”. De esta forma, el padre pudo decirles cómo podían proceder y avisar de los problemas médicos que sufría su hija de manera que los síntomas no pudieran confundirse con otras enfermedades o síndromes.
Para Morteo “es importante que personas que sufren habitualmente problemas de salud, de orientación o practiquen deportes individuales puedan vivir con la seguridad de que, ante un incidente, cualquier persona puede contactar con sus familiares o amigos y que los servicios de emergencia puedan establecer un triaje rápido con arreglo a la información que la pulsera les da”.
El creador de la pulsera ha considerado que puede dar mucha tranquilidad a personas con discapacidad o diversidad funcional, enfermas de alzheimer, o con síndromes o enfermedades crónicas y a sus familiares. Morteo explica también que “puede ser una importante herramienta para asociaciones, entidades y sanitarios que trabajen con personas con estas problemáticas”.
El Ayuntamiento de Villarreal en colaboración con la Caixa Rural de Vila-real han adquirido una cantidad importante de estas pulseras para repartir entre los colectivos que más pueden beneficiarse de este dispositivo.
