Zaragoza instalará diez sensores para analizar el impacto del tráfico en la calidad del aire

La ingeniera informática y experta en computación, Raquel Trillo-Lado, dirige el nodo aragonés en el consorcio internacional del Campus Río Ebro
photo_camera La ingeniera informática y experta en computación, Raquel Trillo-Lado, dirige el nodo aragonés en el consorcio internacional del Campus Río Ebro

La Universidad de Zaragoza participa en el proyecto Trafair que estudia la contaminación atmosférica producida por al tráfico en seis ciudades europeas. Para el análisis, se instalarán hasta un total de diez sensores en la capital aragonesa, los cuales aportarán grandes volúmenes de datos sobre las emisiones de CO2, NO2 y el nivel de ozono.

El objetivo que se persigue con esta infraestructura es “desarrollar aplicaciones móviles que recomienden a los usuarios qué rutas seguir o cuál debe ser su actividad diaria para estar menos expuestos a los niveles de contaminación y generar menos contaminantes”, ha explicado la directora del nodo de investigación aragonés, durante la primera reunión de los nueve socios del consorcio en el I3A.

Los dispositivos de medición se han comenzado a distribuir en los diferentes campus y edificios de la UZ. En concreto, ya se han instalado en el Campus Río Ebro, la facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo y, en breve, está previsto ubicar sensores en la Facultad de Veterinaria así como en el Edificio Paraninfo.

El director de la EINA, José Antonio Yagüe, ha expresado que “proyectos como este pueden servir para mejorar notablemente el medio ambiente, ya que permite conocer el sistema de sensorización, obtener las condiciones atmosféricas, hacer modelos de predicción que permitan cuantificar de forma eficiente y, por tanto, disminuir la contaminación”.

El estudio no es puntual, ya que ha nacido con vocación de continuidad para poder consultar los datos en el futuro. La meta de Trafair es el desarrollo de servicios y herramientas que ayuden a predecir la calidad del aire teniendo en cuenta datos meteorológicos y de flujos de tráfico. En este sentido, Trillo-Lado ha dicho que el propósito es “concienciar a los ciudadanos de esta situación para que tomen medidas y se reduzca la contaminación del aire, la causa de 400.000 muertes al año en Europa”.

Asimismo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen 6,5 millones de muertes en el mundo por patologías sensibles a la contaminación atmosférica como el cáncer de pulmón, derrame cerebral, cardiopatías y enfermedades respiratorias.

Por su parte, el director de I3A, Pablo Laguna, ha mostrado su apoyo incondicional al proyecto por abordar un tema “que preocupa con urgencia” y ser “un reto en el que la sociedad se juega su futuro”.

Trafair está cofinanciado con 2,2 millones de euros por la Unión Europea, de los que 350.000 irán al equipo aragonés. Dada su importancia, la vicerrectora de Política Científica, Blanca Ros, ha sostenido que “captar estos fondos es una posibilidad importantísima y competitiva para proyectar, desde el punto de vista de la transferencia del conocimiento, un mejor funcionamiento de la actividad social”.

Los resultados se publicarán en portales de datos abiertos, junto con la información proporcionada por el Ayuntamiento de Zaragoza, para así disponer de material resultante que ayude a la toma de decisiones en gestión de tráfico y poder realizar predicciones más precisas.

El cierzo

A diferencia de Santiago de Compostela, Módena, Pisa, Florencia y Livorno, el resto de ciudades que participan en Trafair, Zaragoza cuanta con un aliado contra la contaminación: el cierzo. El viento que se genera en la capital aragonesa procedente del Moncayo hace que, a pesar de la escasez de lluvias, no se produzcan situaciones graves como sucede en Madrid o Barcelona.

No obstante, el objetivo es mejorar.