La madre de la víctima del "crimen de Delicias" reconoce que la relación "nunca fue normal"

El viernes se celebrará la quinta y última sesión de este juicio
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La tercera sesión del juicio por el crimen de “Delicias” ha arrancado con la declaración de la madre de la víctima que ha reconocido que “desde el principio de la relación ya había enfrentamientos”. Además ha relatado arrepentida y muy emocionada que no interfería en la relación entre ambos porque así se lo pidió su hija. “Ella quería arreglarlo sola y ojalá no le hubiera hecho caso esto igual no hubiera pasado”, ha declarado añadiendo que desde el principio ya había enfrentamientos.

Raquel, según ha descrito su madre, era vital y alegre pero tenía muchos complejos. “Él la despreciaba, le decía que estaba gorda, que vaya pintas tenía… ahora entiendo sus complejos”, ha dicho. También ha relatado como su hija, cuando estaba por ahí con su familia o sus amigas, “tenía que mandarle fotos para que él supiera con quien estaba”.

Raquel y David compartieron años de convivencia con los padres de ella. Su madre ha asegurado que él “se enfadaba por cualquier cosa, todo lo que hacía mi hija le molestaba y se ponía como una bestia”. Madre e hija hablaban de la situación pero Raquel le decía a su madre “que la respetara, que no se metiera porque si no sería luego mucho peor”. “Raquel le contestaba alguna vez pero la mayoría optaba por callarse porque así sabía que no iba a mayores”, ha asegurado la madre.

Un año y medio antes de lo ocurrido Raquel le comentó a su madre que la convivencia era “insoportable” y seis meses antes ya lo dijo “de manera firme”. “Una semana antes de su muerte me dijo que le había dado un ultimátum”, ha relatado describiendo como la vio desmejorada a lo que ella le dijo que “no dormía, lloraba mucho y apenas comía”. “Creo que lo estaba pasando mal tanto por tomar la decisión, por su hija y por la actitud de David que se negaba a ello”, ha dicho.

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Isabel, una amiga de Raquel, le contó en el tanatorio a la madre que una vez “ella no quería tener relaciones con él y David la agarró por el cuello hasta que se dio cuenta que le hacía daño y la soltó. Dijo que se le había ido la cabeza y que no ocurriría mas”, ha declarado la madre.

La niña

Actualmente abuela y nieta viven juntas en el pueblo. Viven de su pensión, de una paga por orfandad que recibe la niña de cerca de 200 euros y están pendientes de recibir alguna ayuda más. Su nieta, ha dicho, “está bien anímicamente”. “Lo único que me pide es no verme llorar porque si sufro ella sufre y quiero darle una vida lo más placentera posible”, ha dicho. “Una vez me dijo que era feliz porque yo y su tía le hacíamos feliz”.

También ha relatado como la niña “no quiere ver a nadie de la familia de su padre”. “Un día de dijo que si alguna vez ve a su padre solo quiere preguntarle por qué lo hizo”, ha dicho rompiendo a llorar. La abuela ha asegurado que no quiere tener relación porque “se enteró que la familia de su padre empezaron a decir que su madre era una drogadicta, una persona inmoral… se lo oyó a la abuela paterna”. Además, ha relatado, que cuando se enteró de la muerte de su hija estaba en el pueblo con la nieta. “Me derrumbé y empecé a llorar. La niña estaba conmigo y le tuve que contar que su madre estaba muerta y que la había matado su padre”, ha dicho con dificultad para hablar.

Meses antes de lo ocurrido la abuela ha declarado como vio un cambio en la actitud de la nieta. “Un día me llamó llorando pidiéndome que fuera a buscarla a casa, que su padre gritaba mucho”, ha afirmado.

El hermano de la víctima ha sido el segundo en declarar reconociendo que “tenían una relación poco frecuente”. Sin embargo tiempo antes de lo ocurrido empezaron a tener más relación. “Mi hermana me comentó que había algo que no funcionaba en la pareja. Tuve que ir un día a buscar a su hija al colegio y mostró un agradecimiento fuera de lo común con ella”, ha declarado.

La otra hermana de la víctima ha asegurado que durante seis años no tuvieron relación. “La falta de relación es por David, tuvimos dos encontronazos en los que él me echó de casa y se puso como un energúmeno delante de la niña”. “Desde el principio la relación no me parecía normal, la manera de dirigirse a ella era muy despectiva. No hubiera querido tener a mi lado a una persona así”, ha dicho.

Sobre el consumo de droga tanto la madre como los dos hermanos han asegurado que su hija “no consumía droga”. Sin embargo los tres han declarado oír y ver como él hablaba de consumir marihuana.