Vox insta al gobierno de la ciudad a la creación, dentro de la Casa de la Mujer, de una oficina de atención y ayuda a la mujer embarazada, en colaboración y coordinación con todas aquellas entidades privadas que tienen ese mismo objetivo, así como a la adecuada dotación de medios para ayudar a las mujeres que decidan continuar con su embarazo.
Por medio de esta reclamación, Vox en Zaragoza solicita que la Casa de la Mujer, a través de esa oficina y en cumplimiento de la Ley 2/2010, de 3 de marzo, de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, cree y dote de los medios precisos un servicio que informe, a las mujeres embarazadas que acudan a pedir asesoría y ayuda, “de todas las prestaciones, ayudas y derechos a los que puede acceder si desean continuar con el embarazo, y de las consecuencias médicas, psicológicas y sociales derivadas de la prosecución del embarazo o de la interrupción del mismo”.
Y es que desde la formación defienden que, en la actualidad, “las dificultades económicas, el paro y la precariedad laboral, los bajos salarios y los altos precios de la vivienda, están haciendo que la edad del primer parto se siga retrasando y que se reduzca dramáticamente el número de hijos por familia”. Todo ello, aseguran, “nos aboca a un invierno demográfico de previsibles e indeseables consecuencias”.
Estas situaciones sociales y económicas, insisten “hacen que, en un cierto número de casos, no desdeñables, el embarazo, sobre todo en mujeres jóvenes, sea un auténtico drama”. “Nos referimos a mujeres en riesgo de exclusión social, solas y vulnerables, necesitadas de apoyo económico y psicológico, a las que debería podérseles ofrecer protección y alternativas si desean y deciden ser madres”, han manifestado.
En Zaragoza, han señalado, existen asociaciones privadas que ofrecen ese apoyo, pero lamentan que “sorprende que entre los múltiples servicios que brinda la Casa de la Mujer, no haya apenas ninguna mención, por ejemplo en la Memoria de 2018, a algo tan importante en la vida de las mujeres como la maternidad”, según han expresado en un comunicado, “salvo charlas y seminarios de carácter etnográfico y divulgativo, cuando no sesgadamente político charlas sobre maternidades en mujeres inmigrantes, o maternidades alternativas dentro del ciclo de la creación feminista como resistencia política; maternidades y series de televisión, o el seminario sobre género, maternidad y familia, impartido en la Facultad de Filosofía y Letras, o mesas redondas sobre madres adolescentes”.
En definitiva, han criticado, “nada que ofrezca un apoyo real y efectivo a las mujeres que deben afrontar, a veces en situaciones muy difíciles, esta etapa tan importante de sus vidas”. No obstante, Vox asegura no tener “nada hay que objetar” a que la Casa de la Mujer -tanto dependa del Ayuntamiento de Zaragoza como si acaba integrándose en el Instituto Aragonés de la Mujer, “como aconsejaría la lógica más elemental, la simplificación de estructuras administrativas y la economía de medios”, han apuntado, atienda “con todos los recursos necesarios” a las mujeres víctimas de violencia de género, “pero sí cabe discutir la gran cantidad de recursos que destina a los programas de igualdad, en torno a 475.000 euros”, han incidido.
En muchas ocasiones, argumentan desde Vox, “con un enfoque teórico y academicista, cuando esa igualdad ya es prácticamente total y está incorporada en nuestras leyes y asumida por la sociedad española; y si en algún sector de la sociedad todavía no se ha logrado es precisamente entre la población inmigrante, con culturas diferentes en este aspecto concreto y en el que debería focalizarse esa política de igualdad”.
Es por eso que la formación considera que gran parte de los recursos que hoy se destinan a las políticas de igualdad “deberían destinarse a la protección, apoyo y asesoría de las mujeres que quieren y deciden ser madres y se encuentran con dificultades sociales, psicológicas y económicas para serlo”.
